Consumo
Llega la cheapflación: la práctica con la que las marcas venden sus productos al mismo precio pero con menos calidad
Hay fabricantes que no suben los precios pero sí aumentan sus beneficios. ¿Cómo lo hacen? Sustituyendo algunos ingredientes por otros más baratos. A esto se le conoce como cheapflación.
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"Últimamente las galletas que siempre compro no saben igual", nos cuenta una joven mientras se sorprende porque ahora entiende el motivo de ese cambio de sabor. "Cuestan lo mismo, pero su sabor no es el mismo" insiste. Y sin saberlo, acaba de definir el término cheapflación. Esta práctica ya ha llegado a los supermercados y muchos consumidores lo están notando. La explicación es sencilla: los fabricantes abaratan los costes de producción cambiando algunos ingredientes por otros más baratos y siguen vendiendo el producto al mismo precio.
Carne con menos carne o detergente con más agua y menos jabón
Este fenómeno cada vez más habitual, no solo en nuestro país, también por ejemplo en Francia y Alemania, afecta a alimentos, productos de droguería e incluso ropa. Respecto a la alimentación, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se puede ver por ejemplo en la mayonesa si en lugar de utilizar aceite de girasol usan en su elaboración otros aceites vegetales más económicos.
"En lugar de utilizar queso en las pizzas precocinadas se utiliza grasa vegetal, en la bollería industrial se puede utilizar menos manteca de cacao porque su precio ha subido mucho" nos cuenta Ileana Izverniceanu, Directora de Comunicación de la OCU. También puede ocurrir con productos de droguería como el detergente "el detergente puede llevar menos jabón y más agua", recuerda Izverniceanu.
La cheapflación también ha llegado a la ropa, podemos encontrar camisetas en las que el porcentaje de algodón es menor ahora que hace un tiempo. O vestidos que han cambiado su composición.
Piden que se anuncie en las etiquetas
Eduardo Irastorza, profesor de OBS Business School recuerda que con esta práctica salen ganando las empresas porque "aumentan sus beneficios a corto plazo". El problema es que el cambio de ingredientes no se suele registrar ni anunciar en las etiquetas del producto por eso desde la OCU piden a los fabricantes "transparencia e información para generar confianza en el consumidor" para que puedan decidir libremente. Además, nos recomiendan mirar bien las etiquetas.
La cesta de la compra, más cara
Esto ocurre en un contexto en el que la cesta de la compra está más cara. Los alimentos han subido un 36% en los últimos tres años según datos de la OCU. Los productos que más han subido en febrero, según FACUA, son las patatas, las naranjas y los ajos.
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