Aunque la economía vaya mejor y por mucho que los precios suban el FMI insiste: las pensiones solo podrán incrementarse un 0,25% al año. Seguirán así congeladas, es la única forma, aseguran, de que el sistema se mantenga.
Hace solo unos días, otra institución -en este caso la Airef- dijo lo mismo: las pensiones no podrán subir más hasta, al menos, 2022. Y por eso, señala su presidente, José Luis Escrivá, que hasta ese año habrá una caída del poder adquisitivo del 8%.
Los pensionistas actuales serán más pobres y los que aún trabajan tendrán que hacerlo hasta más tarde, como comenta la jefa de la misisón del FMI en España, Andrea Schaechter, "si suben las pensiones habrá que encontrar la manera de aumentar los ingresos, por ejemplo los jubilados tendrán que retirarse más tarde".
El FMI pretende que nos jubilemos más allá de los 67 y que pensemos ya en planes de pensiones privados. En definitiva, "que las generaciones actuales entiendan que también hay que hacer un sacrifico para que cobren una pensión digna las generaciones futuras", opina el catedrático Javier Morillas.
Hoy la pensión media en España supone un 80% del salario medio en nuestro país: poco más de 1.000 euros. Una cifra, que de momento, tiene pocas esperanzas de crecer.