Las conclusiones del informe de Fedea (Federación de Estudios de Economía Aplicada) no van a gustar mucho a los pensionistas que protestan reclamando, entre otras peticiones, que les devuelvan lo aportado. El estudio dice que las pensiones españolas son de las más generosas de Europa. Y que durante la crisis el sector de los pensionistas "ha sido mejor tratado que el resto de la población".
Para hacer estas afirmaciones los expertos aportan algunos datos. Desde 2007, el porcentaje de población española por debajo del umbral de la pobreza relativa se incrementó un 20 %, mientras que entre los pensionistas bajó del 15 % al 8,9 %. Creen que incrementar desmesuradamente el gasto en pensiones, por ejemplo ajustándolas con el IPC, sin tomar otras medidas, "atentará contra la equidad entre las generaciones". Es decir, tendrán que aportar más los que ahora están trabajando y no tendrán asegurada una pensión similar cuando les toque a ellos. El déficit de casi 20.000 millones del sistema solo se eliminaría, según el informe, si los salarios crecieran un 17 %, o subir un 23 % el IRPF, o tener casi 4 millones más de cotizantes, o subir la base de cotización un 17 % o 4,8 puntos el tipo medio de cotización.
Otro elemento a considerar es que el incremento de la esperanza de vida lleva a que se cobre más de lo que correspondería por lo aportado. El autor del informe, Miguel Ángel García, profesor de Economía Aplicada, mantiene que "no defiende más el sistema público de pensiones quien paga ahora más, sino quien es capaz de pagarlas durante más tiempo".
Además, según otro estudio, pocos españoles tienen un plan de pensiones privado, complementario del público. Solo 1 de cada 6, y entre quienes lo tienen, la mayoría aporta sólo 45 euros al mes para su completar su futura pensión.