La investigación judicial sobre Fernández-Villa ha levantado un caso de apropiación de las subvenciones que iban destinadas a una residencia de ancianos. La Fiscalía sigue el rastro de 2.700.000 euros, que presuntamente salieron de golpe de las cuentas de las empresas proveedoras. La Guardia Civil sostiene que esas subvenciones se habrían repartido en metálico en un bar de Pola de Lena, en Asturias, que curiosamente es propiedad del constructor de la residencia.
Según la investigación ese dinero procedería de una subvención de 31 millones que se otorgó por el Ministerio de Industria, cuando era responsabilidad de Miguel Sebastián y José Luis Rodríguez Zapatero estaba en la Presidencia del Gobierno. El papel principal lo habría desempeñado Jose Ángel Fernández-Villa, líder sindical de la minería durante 40 años y con relaciones muy estrechas dentro del partido socialista, que quedaban patentes año tras año en la fiesta minera de Rodiezmo, en León.
En la investigación abierta por la fiscalía figura tanto el histórico dirigente de UGT como el que fuera su mano derecha, José Antonio Postigo. Se les acusa de desvío de capitales, apropiación y ocultación de fondos obtenidos en dicha subvención en 2009. Anticorrupción establece un vínculo entre las cantidades recibidas y las afloradas tanto por Villa como por Postigo durante la amnistía fiscal. Fernández-Villa declaró un millón doscientos mil euros de origen desconocido.