El puerto de Dover, en el Reino Unido, continúa colapsado de camioneros esperando a que le realicen una prueba contra el coronavirus para cruzar la frontera tras detectarse una cepa del coronavirus en el país británico.
El ejército y la policía están haciendo test rápidos a los transportistas que esperan para cruzar al otro lado del Canal de la Mancha.
Francia ha reabierto la frontera, pero exige una PCR negativa para cruzarla. El proceso es muy lento, y a los camioneros se les agota la paciencia después de cuatro días de bloqueo.
El Gobierno británico prometió que este jueves los transbordadores que cruzan el canal seguirán operando en día de Navidad, y el sábado, para aliviar la situación en Dover, donde el Ejército del Reino Unido y bomberos franceses se encargan de hacer pruebas de coronavirus, una exigencia de Francia como condición para que los conductores entren en su territorio.
Transportistas españoles
Numerosos camioneros españoles están este jueves resignados a pasar la Navidad en el Reino Unido dado que la exigencia del test del coronavirus ralentiza el cruce del canal. Como el caso de Manuel Ruiz, al que este miércoles continuaba a la espera de que le realizaran la PCR de coronavirus para poder regresar a casa, a Málaga, aunque reconocía que no llegaría a casa por Nochebuena y le tocaría cenar en el camión.
En España, el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este jueves la resolución que flexibiliza, hasta el próximo 13 de enero, las condiciones del trabajo de los conductores afectados por las restricciones en el Reino Unido ampliando, entre otras medidas, las horas diarias de trabajo para facilitar su regreso.
Dicha resolución la anunciaba este miércoles el ministro de Transportes, José Luis Ábalos y que tiene efecto desde el pasado 15 de diciembre, extiende la duración del período de conducción diaria máxima dos horas, de 9 a 11 horas.