Luis de Guindos

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PERFIL DEL MINISTRO

Luis de Guindos, el ministro español de la mejoría económica, alcanza su meta europea

Tecnócrata independiente, De Guindos ha afrontado la competición para la Vicepresidencia del BCE con su credencial como responsable de Economía durante la peor crisis económica de los últimos decenios. Las recetas contra la crisis que defendió desde el sector privado, su habilidad para tender puentes y su desenvoltura en el ámbito internacional llevaron a Rajoy a pensar en él como ministro en 2011.

El ministro español de Economía, Luis de Guindos, es desde este lunes el virtual nuevo vicepresidente del Banco Central Europeo, tras la retirada de la candidatura de su único oponente, el gobernador del Banco de Irlanda, Philip Lane. De Guindos (Madrid, 1960) aspiraba a lograr el puesto respaldado por su prestigio como ministro español de Economía, pero ha sido la retirada de su contrincante lo que ha despejado su nombramiento para el BCE.

De Guindos prevé mantenerse en el cargo actual hasta su previsible elección por el Consejo Europeo el 22 o 23 de marzo

Tecnócrata independiente, De Guindos ha afrontado la competición para la Vicepresidencia del BCE con su credencial como responsable de Economía durante la peor crisis económica de los últimos decenios, en la que saneó la banca y dirigió las negociaciones con Bruselas para evitar el rescate de España. De Guindos llegó al Ejecutivo español en 2011, en la primera legislatura del gobernante conservador Mariano Rajoy, procedente del sector privado, donde tenía más experiencia que en el público, pese a ser funcionario de carrera, miembro del Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado.

En la empresa privada se labró un prestigio que no se vio afectado por el hecho de haber sido presidente ejecutivo de Lehman Brothers para España y Portugal cuando el banco de inversiones estadounidense quebró. Rajoy lo llamó para formar parte del Gobierno cuando era responsable del sector financiero de PricewaterhouseCoopers (PwC) en España y consejero independiente de BMN, el banco fruto de la fusión de varias cajas de ahorro, que acabó nacionalizado por el propio De Guindos.

Las recetas contra la crisis que defendió desde el sector privado, su habilidad para tender puentes y su desenvoltura en el ámbito internacional llevaron a Rajoy a pensar en él, aunque no perteneciera al gobernante Partido Popular, hecho que le ha generado tanto críticas como alabanzas. Pero a la política llegó mucho antes, en diciembre de 1996, cuando el exministro de Economía Rodrigo Rato lo nombró director General de Política Económica y Defensa de la Competencia, y en 2002 lo ascendió a secretario de Estado de Economía.

El reconocimiento de Europa le ha llegado sobre todo con sus medidas para sanear la banca española en tiempo récord. En el verano de 2012, con el coste de la financiación de la deuda española en máximos y varias entidades necesitadas de fondos públicos, De Guindos decidió que era el momento de pedir auxilio a Europa. Los 40.000 millones de euros que se inyectaron a la banca (22.000 de ellos a Bankia) sirvieron para sortear el rescate del conjunto de la economía española, que a partir de entonces recuperó poco a poco la confianza de los mercados y abarató su financiación. En el camino hacia la Vicepresidencia del BCE, el mayor traspiés lo encontró en la Comisión de Economía del Parlamento Europeo. Tras entrevistar a los dos candidatos, la eurocámara concluyó que el rival de De Guindos, el irlandés Lane, fue "más convincente".

Fue presentado oficialmente como candidato el pasado 7 de febrero, tras meses de rumores después de que no optara en diciembre de 2017 a la presidencia del Eurogrupo, algo que ya había hecho en 2015, cuando se impuso el holandés Jeroen Dijsselbloem. La candidatura de De Guindos a sustituir al portugués Vítor Constancio y recuperar el puesto en el Consejo de Gobierno del BCE que España perdió en 2012 se ha enfrentado a numerosos detractores, aunque el Ejecutivo español siempre ha confiado en su éxito. El ministro español prevé mantenerse en el cargo actual hasta su previsible elección por el Consejo Europeo el 22 o 23 de marzo, momento en el que Rajoy tendrá que designar un sustituto.

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