El Parlamento de Cataluña ha aprobado, con los votos de CiU, ICV-EUiA y ERC, el apoyo parcial del PSC y la abstención del PP Catalán en algunos aspectos, la reclamación de un pacto fiscal que permitiría a Cataluña dotarse de un modelo similar al concierto económico. Justo un día después de que de que la Generalitat revelase que se acogerá al fondo de liquidez autonómico, considerado de hecho como un rescate, el Parlament ha celebrado un pleno extraordinario para aprobar la propuesta de financiación que el Govern de Artur Mas deberá negociar en los próximos meses con el Ejecutivo central.
Cataluña reivindica así un "cambio de modelo" para que la Agencia Tributaria catalana sea "la única administración responsable" de la gestión de todos los tributos que pagan los catalanes. También pretende que se establezca la aportación a la solidaridad interterritorial, y el pago al Estado por los servicios que presta se acordarán de manera bilateral, una cuota que se revisará cada cinco años.
El presidente del Gobierno catalán, Artur Mas, quiere tener la llave de la caja. Ante la Cámara, ha defendido el pacto fiscal como una necesidad mayúscula para Cataluña y como un antídoto ante el rescate que se ve forzado a solicitar al gobierno de Mariano Rajoy. "Con la mitad del pacto fiscal, Cataluña tendría en este momento un déficit cero y sobraría dinero para no hacer los ajustes que estamos haciendo", ha afirmado.
Los socialistas catalanes le han apoyado, sólo en parte. Han rechazado la deriva independentista de su propuesta. Desde el PP le han recordado que la situación no está para provocar un choque de trenes con el Gobierno central; le han pedido a Mas que negocie con responsabilidad porque, según Alicia Sánchez Camacho, la realidad es que el pleno del pacto fiscal va acompañado de una solicitud de recate de la Generalitat.