El coronavirus ha provocado que los pisos turísticos se hayan pasado al alquiler residencial. En Madrid se han convertido el 50% y en Barcelona el 80%. La facturación del sector se desplomó en el año 2020 un 70%.
Una de las causas es el riesgo al que se enfrentan los propietarios de pisos turísticos. Si los inquilinos organizan fiestas ilegales, los dueños se exponen también a una multa.
Sin embargo, la falta de turistas en las ciudades ha provocado que nueve de cada diez inmuebles se cierran. Solo un 10% ha logrado mantener el negocio como vivienda de alquiler vacacional.
Para aquellos que vienen de otros países tampoco les renta alquilar una de esta viviendas; siete de cada diez provienen de fuera de España. Se debe a los tiempos de cuarentena, entre otras medidas. Por ello, las estancias cortas tampoco tienen un alto porcentaje de alquileres.
La facturación ha caído en un 70% durante el año 2020. Se dejó de ingresar un total de 9.000 millones de euros. Además, la búsqueda de vivienda en alquiler se disparó tras el confinamiento en un 76%.
Se indica que se debe al paso de alquileres turísticos a los residenciales. Durante el 2020, el 64% de los propietarios con alquileres turísticos se pasaron al alquiler residencial o de larga duración. De ese total, un 49% piensa en quedarse en ese tipo de alquiler de forma indefinida.
Y los que mantienen el alquiler turístico ajustan sus precios y mantienen el negocio a la espera de que los turistas regresen tras comenzar la campaña de vacunación contra el coronavirus.