El mercado de lujo personal en España mueve al año más de 5000 millones de euros

La crisis no ha afectado a todo el mundo por igual. Buena prueba de ello han sido los datos aportados por la IE Business School, que revela que el 20 % de las familias españolas puede permitirse el consumo de productos de lujo personal, es decir, moda, accesorios, cosmética, relojería y joyería; cuyos productos presenten un precio tres veces mayor al coste medio de los productos de su categoría.

Además, para poder ser calificado de lujo, un producto debe reunir otras características como tener una calidad superior, una estética identificable, una mayor exclusividad, una distribución y reconocimiento internacional; y ser utilizado por personas reconocidas como líderes de opinión.

Bajo el amparo de estos datos, el grupo de "mayores ingresos" lo integran las familias que ingresan más de 100.000 euros al año y denominadas "prósperas clases medidas" y aquellas con activos financieros, sin contar vivienda, valorados en más de 750.000 euros.

Este último segmento gasta al año en productos de lujo personal entre 10.000 y 12.000 euros, con lo que concentra cerca de la mitad del mercado doméstico. Las categorías de relojería y joyería representan hasta un 35% en el gasto de los más ricos.

Respecto al consumo nacional, en España existe un mercado potencial para los productos de lujo personal estimado en más de 3,5 millones de familias, que el estudio divide en las categorías de "mayores ingresos" (530.000) y "aspiracionales" (2,8 millones)

Por su parte, la "próspera clase media", que acapara el 25 % del mercado, presenta un gasto medio anual de entre 2.000 y 2.500 euros, de los que el 60 % corresponde a Moda y Accesorios.

El turismo extranjero mejora las perspectivas del futuro

De las ventas totales de este sector, el 30 % corresponde a compras de turistas extranjeros, según el primer Observatorio del Mercado Premium y de Productos de Prestigio del IE.

Las buenas previsiones de llegada de visitantes a España durante 2012, el crecimiento del turismo procedente de países asiáticos y la posible debilidad del euro frente al dólar, el yen o el yuan, indican que este porcentaje crecerá a lo largo del ejercicio.