La rentabilidad del bono español a diez años superaba de nuevo el 5% en la apertura del mercado secundario de deuda, en tanto que el diferencial con el bono alemán recuperaba un punto básico y empezaba el día con 236.
La desconfianza de los inversores hacia las economías de la zona euro, las implicaciones que tendrá el plan de rescate irlandés en la economía de ese país y la huelga en Portugal, entre otros motivos, castigaron de nuevo ayer a la deuda española, cuya rentabilidad se disparó por encima del 5%, un nivel desconocido desde julio de 2002, que hizo que la prima de riesgo respecto a la alemana rozara los 250 puntos básicos, aunque cerró en 235 puntos.
El diferencial entre el bono irlandés y el alemán se ampliaba en un punto básico a inicio de la sesión y alcanzaba los 616, lo mismo que el griego, que se anotaba otros dos puntos básicos y empezaba el día con 922.
Según los datos del mercado, después de los ajustes que se producen al cierre de la sesión, la rentabilidad del bono español a diez años caía al 5,058%, desde el 5,061% de ayer, mientras que el precio, que se mueve en sentido contrario al rendimiento, subía al 98,39%, desde el 98,36% de ayer.
En cuanto al bono germano, que se utiliza como referencia en toda Europa por ser el más seguro, comenzaba la sesión con un rendimiento del 2,701%, ligeramente por debajo del 2,708% de la víspera.
Los seguros de riesgo de impago (CDS, en sus siglas en inglés), se estabilizaban en la apertura de la sesión en los 296.670 dólares para cubrir cada 10 millones de dólares invertidos en bonos españoles, prácticamente igual que los 296.750 dólares de ayer.
En cuanto a los futuros, los contratos que se negocian sobre la deuda alemana retrocedían hasta el 127,69%, frente al 127,72% de ayer, en tanto que los que predicen el comportamiento de la deuda estadounidense parten hoy desde el 124,14%.