La canciller alemana, Angela Merkel, rechazó la elaboración de nuevos programas coyunturales en la Unión Europea (UE) como instrumento para hacer frente a la crisis de la deuda y garantizar la estabilidad del euro.
"No estamos dispuestos" para nuevas iniciativas en ese sentido, dijo Merkel en un discurso ante la cúpula empresarial alemana en el Día de la Industria Alemana y en presencia del primer ministro griego, Yorgos Papandréu.
La canciller alemana reiteró su rechazo a una colectivización de la deuda, ya que "eso haría que dejaran de hacer los deberes" quienes se ven sumidos en la crisis presupuestaria y no conduciría a una unión de estabilidad, que calificó de objetivo prioritario.
Una unión de la deuda afectaría a la credibilidad crediticia de los países de la zona euro y a una peor valoración de las agencias de calificación, con el riesgo de "empezar en AAA y acabar en CCC", señaló la canciller, que ha repetido también una y otra vez su rechazo a la emisión de eurobonos.
La canciller alemana lamentó que no se haya alcanzado una "suficiente" regulación del sector bancario y los mercados y citó expresamente a España a la hora de celebrar el éxito de la iniciativa germano-gala para incluir el límite al nuevo endeudamiento en la constitución de los países de la UE.
Tras expresar el "apoyo total" de Alemania a los esfuerzos de Atenas para afrontar la crisis, Merkel subrayó que "lo mas importante ahora es que Grecia gane confianza. Que los mercados vean que Grecia va por buen camino".
Y con vistas a la votación este jueves en el Bundestag de la ampliación del paraguas para el rescate del euro, la canciller volvió a hacer una defensa de la moneda única al subrayar los beneficios que trae consigo para Alemania, que exporta el 60 % de sus productos precisamente a los países de la zona euro.
"El euro es nuestro futuro común" y "si a Europa no le va bien, a Alemania tampoco, lo mas tarde a medio plazo", son otras dos afirmaciones que repitió ante la Confederación de la Industria Alemana (BDI).