"Las tarjetas eran para gastos par-ti-cu-la-res", este ha sido el argumento esgrimido durante toda la entrevista en Espejo Público por Miguel Ángel Araujo. Lejos de admitir que alguno de los gastos que él mismo efectuó con las tarjetas black no se ajustaban al objeto de las mismas, el exconsejero de Caja Madrid mantiene que "no hay ningún cargo" que le saque los colores.
Araujo ha querido explicar que como exconsejeros cobraban por dos conceptos: "dietas de asistencia e indemnizaciones". Además confirma que estas tarjetas estaban autorizadas por la direccion de Caja Madrid, aunque añade "parece ser que no pasaron por el Consejo de Administración, sino por el Consejo del 88".
El propio Araujo ha admitido ante Susanna Griso que él gastaba al mes 2.000 euros "en todo lo que consideraba porque era mi sueldo". Él mantiene que desde la dirección se le puso un límite de 2.000 euros mensuales pero siempre asegurando que eran para "gastos personales". Además recuerda que él fue el primero que dijo que se trataba de "sobresueldos".
A la hora de señalar responsables, Araujo no da nombres aunque insinúa que "el presidente y el director general financiero" deberían estar al corriente. Araujo mantiene que los exconsejeros "preguntamos siempre si había que declarar" pero que siempre tuvieron respuesta negativa al respecto.
Preguntado sobre si tenía intención de devolver el dinero, Araujo contestó sin dudarlo que no hasta que no se lo pida un juez.
Sólo al final de la entrevista el exconsejero admitió que "Caja Madrid nos la hemos cargado entre todos" y valoró que quizás "los 2.000 euros de sueldo mío pudo ser una forma equivocada de pago y el juez lo va a decidir". Araujo deseó que "ojalá me lo hubieran dado en dietas y no estaríamos hablando de todo esto".