Manifestación
Miles de manifestantes exigen al Gobierno la continuidad de la central nuclear de Almaraz
Con pancartas y consignas de "no se cierra", unas 7.000 personas piden que no se paralice la planta en 2028.
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Este sábado, alrededor de 7.000 personas se manifiestan en las inmediaciones de la central nuclear de Almaraz, en Extremadura, para exigir la continuidad de la planta. La protesta, convocada por la plataforma "Sí a Almaraz, Sí al Futuro", tiene como objetivo informar sobre los impactos negativos que podría generar el cierre de la central, programado para 2028, y pedir al Gobierno central que cambie su decisión.
La manifestación ha comenzado a las 10:00 horas en la Plaza del Ayuntamiento de Almaraz, donde se han congregado cerca de 2.500 personas, según datos de la Guardia Civil. A lo largo de la jornada, los manifestantes, que gritaban "no se cierra", han recorrido las calles hasta llegar a la puerta de acceso de la central. Durante la marcha, los asistentes han llevado pancartas que calificaban a la central de "motor de vida y progreso", destacando la importancia de la instalación para la economía local y regional.
Presencia política
En la manifestación han estado presentes políticos de diferentes partidos. La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha encabezado la marcha, acompañada por el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, y el presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, que también ocupa el cargo de secretario general del PSOE en la región. Además, representantes de Vox, como el secretario general del Grupo Parlamentario en el Congreso, José María Figaredo, y el diputado nacional por Badajoz, Ignacio Hoces, también han participado en la protesta.
Pérdida de puestos de trabajo
Los manifestantes exigen que el Gobierno reconsidere el cierre de la planta, cuya primera unidad está programada para cerrarse en 2027 y la segunda en 2028. Según la plataforma que ha convocado la manifestación, el cierre de la central tendría un impacto "devastador" para la población local, acelerando la despoblación de la zona y afectando a empresas que dependen directamente de su funcionamiento. La central de Almaraz es responsable de generar cerca del 7% de la producción energética de España, además de proporcionar aproximadamente 3.000 empleos directos y 1.200 adicionales durante cada recarga de combustible.
Los organizadores de la manifestación advierten que el cierre de la planta podría suponer la pérdida de estos puestos de trabajo en una localidad donde existe una gran falta de oportunidades laborales. La plataforma también ha señalado que la decisión de cerrar la central se debe a que el Gobierno prevé el cierre de todas las centrales nucleares del país en los próximos diez años. De esta forma, la planta de Almaraz sería la primera en cesar su actividad.
La protesta se ha cerrado con la lectura de un manifiesto en defensa de la continuidad de la planta, en el que se ha reiterado el llamamiento al Ejecutivo para que dé marcha atrás en la decisión de cerrar la instalación. Según los organizadores, este cierre será irreversible si no se toma una decisión antes del primer trimestre de 2025.
Los manifestantes consideran que, en lugar de cerrar las centrales nucleares, el Gobierno debería centrarse en desarrollar tecnologías que permitan su modernización y mantener su funcionamiento a largo plazo. En este contexto, reclaman una revisión de la política energética nacional y esperan una transición energética que tenga en cuenta tanto el medio ambiente como las necesidades económicas y laborales de las comunidades locales.
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