La manifestación de la Cumbre Social ha concluido en el centro de Madrid con peticiones de dimisión del Gobierno, al que acusan de criminalizar cualquier protesta y al que piden una consulta sobre los recortes, sin descartar la huelga general en noviembre.
Cerca de las 13:30 horas, la cabecera de la marcha ha llegado a su final, donde, según los organizadores, se han reunido algo más de 70.000 personas.
La actriz Nuria Pérez, de la Unión de Actores, ha sido la encargada de leer el manifiesto final de la Cumbre Social, en el que se condena la "deriva autoritaria" del Ejecutivo por tratar de reducir el impacto de las movilizaciones que se convocan contra sus decisiones.
Según el texto, "la ciudadanía está reaccionando y no hay una mayoría silenciosa con la que se pueda jugar según convenga".
Los representantes de la cumbre social han exigido la convocatoria de una consulta popular sobre los recortes y han insinuado que el Ejecutivo "tiene miedo" de preguntarle a la gente por qué ya no cuenta con el apoyo de la mayoría.
Durante la protesta se han coreado proclamas contra el sistema financiero y se han podido leer lemas pidiendo "recortes para los políticos".
También ha habido muchos colectivos en defensa de los servicios públicos, como los miembros de la "marea verde" por la educación pública. En un momento de la marcha, un grupo de manifestantes ha llegado a cantar el "Santa Bárbara Bendita", una canción convertida en himno durante las protestas de los mineros en contra de los recortes en el sector del carbón.
La manifestación ha coincidido con la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, organizada por la Confederación Europea de Sindicatos, que este año se ha centrado en el empleo juvenil, motivo por el que el manifiesto de la plataforma exige un cambio de rumbo en las decisiones económicas "para que los jóvenes más formados no tengan que emigrar".