Los ministros de Competitividad e Industria de la Unión Europea (UE) abordan este jueves el escándalo de los motores de vehículos diésel manipulados por el fabricante alemán Volkswagen para alterar sus datos sobre emisiones de gases contaminantes.
Los ministros debatirán esta cuestión en un almuerzo de trabajo en el marco de un Consejo de Competitividad de la UE en Luxemburgo, en el que no está previsto que este asunto forme parte del orden del día oficial, informaron fuentes comunitarias.
Al encuentro asistirá por parte de España el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, quien afirmó el miércoles que pedirá a la UE la ampliación de las inspecciones de los motores de los vehículos, siguiendo el modelo que se aplica en EEUU.
Defenderá que, en lugar de someter los vehículos a un "banco de pruebas" previo a la venta, como se hace hasta ahora en Europa, los coches pasen "inspecciones muestrales" una vez que ya están circulando, según explicó.
Fuentes comunitarias indicaron que el debate de los ministros servirá como "primer intercambio", pero que no será ni mucho menos su "última palabra" en este caso. Por su parte, la Comisión Europea (CE) ha invitado a los Estados miembros a hacer "las investigaciones necesarias a nivel nacional" y a remitir esa información a Bruselas
La CE ha recalcado que, aunque esta institución es la que establece el marco regulador aplicable a las pruebas para medir las emisiones, son los Estados miembros los encargados de realizar los exámenes a los vehículos y de darles el visto bueno.
La comisaria de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes, Elzbieta Bienkowska, se reunió el martes con el miembro del consejo de administración de Volkswagen y presidente del consejo de administración de la marca Volkswagen Passenger Cars, Herbert Diess, para pedirle explicaciones.
Cuando salió a la luz el escándalo la semana pasada en Estados Unidos, Bruselas invitó a todos los países miembros a investigar cuántos vehículos certificados en sus territorios llevan motores afectados por la manipulación, y no sólo los automóviles de Volkswagen, sino también otras marcas y fabricantes.
La CE ha dicho desde el principio que expertos comunitarios ya advirtieron del riesgo de fraude en las mediciones de emisiones contaminantes de los coches en 2013 en un informe del Centro Común de Investigación de la Comisión.
Alertaron también de que las pruebas de laboratorio no se ajustaban a las emisiones reales de los vehículos en carretera, y del posible uso de dispositivos de desactivación de los controles. Por ese motivo, la CE ya se había propuesto introducir nuevos procedimientos para testar el respeto del límite de las emisiones, una reforma de las pruebas que confía en que se pueda aplicar a partir del año próximo.