Mónica Melle da las claves para paliar el problema de la vivienda: "Seguridad jurídica e incentivos fiscales"

La vivienda ha sido uno de los asuntos clave de 2024, tanto en el discurso político como en las demandas de la sociedad, ante la creciente dificultad de acceso, especialmente para los jóvenes, y el acuciante desequilibrio entre la oferta y la demanda, que sigue presionando al alza a los precios. Con la recuperación del Ministerio de Vivienda, el Ejecutivo quiso evidenciar que este ámbito constituye una de sus prioridades, con la vista puesta en garantizar el derecho constitucional a una vivienda digna y que los ciudadanos no tengan que destinar para ello más del 30 % de sus ingresos.

Pese a que las competencias en materia de vivienda están transferidas a las comunidades autónomas, el Gobierno reitera que agotará todo su margen de actuación para asegurar el acceso de los ciudadanos a una vivienda, una demanda a la que han puesto cara las miles de personas que han salido a protestar en las calles este año, especialmente en Madrid y Barcelona, según indica EFE.

Sin embargo, los especialistas han señalado que los precios tanto del alquiler como de la compra de la vivienda van a crecer. La escasez de oferta en las grandes ciudades o la bajada de los tipos de interés del BCE, que han colocado la tasa de depósito en el 3%, son algunas de las razones por las que el precio seguirá aumentando.

De cara a 2025, la previsión de que lleguen más recortes del precio del dinero provocará aún más presión sobre el mercado de la vivienda que, según calculan diferentes portales inmobiliarios, se mantendrá muy activo con unas 50.000 operaciones de compraventa mensuales. Sin embargo, la escasez de oferta disponible se erige como un gran obstáculo que perjudicará a la demanda, porque con la bajada de los tipos de interés, las hipotecas saldrán un poco más baratas.

La economista Mónica Melle afirma que "el reto es enorme. Esta escasez de vivienda puede provocar que las empresas no puedan asentarse y que también falte capital humano. Se debe construir vivienda pero hace falta seguridad jurídica e incentivos fiscales". Cabe esperar que los precios de la vivienda crezcan en torno al 4% por encima de la inflación y hasta un 8% en obras nuevas.

Esto ocurrirá tanto en las grandes ciudades como en las capitales de provincia. De hecho, estos incrementos podrían rondar un 5% de media, aunque dependerá de la zona de la que hablemos. Aunque la mayoría de predicciones apuntan a que los precios aumentarán o, al menos, se mantendrán altos como este pasado año, los expertos señalan que la evolución de los precios dependerá de varios factores tanto económicos como demográficos, sociales y políticos, pero el desajuste entre oferta y demanda seguirá siendo en gran medida la explicación al aumento de los precios.

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