Las monjas de clausura que no llegan a fin de mes: "Buscamos trabajo, no queremos vivir de la caridad"

En este convento de Toledo en el que viven 20 monjas de clausura las cuentas no salen. "Cada vez vamos a peor. Tenemos más gastos y menos ingresos", asegura sor Lucía, la madre superiora de las Comendadoras de Santiago. Tienen que pedir ayuda para afrontar los gastos de las altísimas facturas y también reciben donaciones de comida.

Entre las facturas -"la última de gas ha sido de 4500 y pico"-, que la guardería que tienen les da muy poco dinero porque casi no hay niños y que cada vez venden menos dulces... no llegan a fin de mes. "Llegamos pagando con lo que teníamos 'ahorradillo', pero sino, imposible", cuenta a Antena 3 Noticias.

"La última factura de gas ha sido de 4500 euros y pico"

Una empresa de 'catering' les lleva todas las semanas un par de cajas con comida preparada. Dicen que están "muy agradecidas" por la solidaridad de esta empresa, ya que, gracias a ellos, se ahorran varias comidas y cenas. Además, les ayuda el banco de alimentos.

Ellas intentan recortar al máximo. De hecho, este invierno solo tenían puestos dos radiadores para ellas, lo mínimo, pero la calefacción la tienen que tener para los niños porque son muy pequeños.

De 80 niños en la guardería a 20

Su principal fuente de ingresos siempre ha sido la guardería que tienen, pero ahora no les da ni "para pagar la Seguridad Social", aseguran las monjas. Antes tenían muchos niños -más de 80-, aunque ahora apenas alcanzan los 20. Además, llevan años sin subir el precio porque consideran que los padres también lo están pasando mal.

"Si hay que pedir se pide con humildad, pero mejor con nuestro trabajo"

Las religiosas también venden dulces que hacen ellas mismas, pero reconocen que ahora "se vende muy poco", a lo que se añade que han subido los precios de los ingredientes: "El precio del azúcar se ha doblado". Con cual, les queda menos ganancia porque "no puedes tampoco ponerlo muy caro", defienden.

Las monjas de este convento buscan trabajo

A pesar de su edad, ellas no quieren vivir de la caridad, sino de su propio trabajo. En esta línea, sor Ángeles asegura que, "si hay que pedir, se pide con humildad, pero mejor con nuestro trabajo". Es por eso que las hermanas hacen una petición: "Estamos buscando trabajo". Saben cocinar, hacer repostería, coser... Una ayuda que saben puede ir para otra gente que también lo necesita.

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