La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha afirmado que el impuesto al diésel que está diseñando el Gobierno supondrá un coste de 3,3 euros al mes para el consumidor medio, es decir aquel que realiza unos 15.000 kilómetros al año, quedando excluidos profesionales que utilizan el transporte como medio de trabajo, entre ellos transportistas y taxistas.
En concreto, la titular de Hacienda ha explicado que la aportación por este tributo estará en torno a 38 euros cada mil litros, lo que significará unos 3,3 euros mensuales para los consumidores que tengan un perfil medio, una cantidad que Montero espera "que no tenga una repercusión importante en el bolsillo del consumidor".
De esta forma, tras este incremento en el impuesto al diésel, llenar el depósito de los coches que utilizan este combustible será unos 2,15 euros más caro, teniendo en cuenta que un depósito tiene una capacidad media de 57 litros.
En este sentido, la titular de Hacienda ha señalado que la fiscalidad del diésel forma parte de un paquete de medidas de cambio climático y ha insistido en que se está abordando una subida que prácticamente "no se va a notar en el conjunto de los bolsillos de los ciudadanos".
En la actualidad, el impuesto al diésel está fijado en 307 euros cada mil litros, que se verá incrementado en 38 euros cada mil litros, hasta los 345 euros cada mil litros de aprobarse dicho incremento. La intención del Ejecutivo es equiparar la fiscalidad del diésel y la de la gasolina, que se encuentra actualmente en 400 euros cada mil litros.
Además ha confirmado este jueves que el Gobierno "está explorando la posibilidad" de rebajar del 25% al 23% el tipo nominal del Impuesto sobre Sociedades que pagan las pymes que facturan hasta un millón de euros.
Montero, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, ha afirmado que está estudiando con Unidos Podemos diferentes alternativas, y ha señalado que, aunque "todavía no es seguro", le "parece razonable" ese umbral de rebaja. "Ambas formaciones creemos que los grandes grupos empresariales deben contribuir más, mientras que los que han sostenido a pulmón este país, que son las pymes, los autónomos y los trabajadores, deben contribuir menos", ha indicado la ministra.
"Los pequeños negocios, normalmente familiares, son una parte muy importante de nuestro modelo productivo y a los que más tenemos que ayudar porque han tenido un peor tránsito en la crisis y son, en el mundo empresarial, a los que nos queremos dirigir de manera prioritaria", ha subrayado la ministra.
La titular de Hacienda también estudia elevar hasta el 15% el tipo mínimo del Impuesto sobre Sociedades a grandes empresas, que sería, ha dicho, "de obligado cumplimiento". "Se trata de que las empresas tributen a un 15% sobre la base imponible y, por tanto, lo que tribute en el extranjero tendrá una parte de tributación en España similar a la que se produce en países de nuestro entorno, como Francia y Alemania, pero al final, una vez hechas deducciones y bonificaciones, se aplicará obligatoriamente un 15% sobre la base imponible", ha apuntado.
Sobre la subida del IRPF, Montero no ha querido precisar cuánto aumentará el tipo máximo, si tres o cuatro puntos, porque las negociaciones con Unidos Podemos siguen en marcha. Lo que sí ha señalado es que el umbral que se está teniendo en cuenta para esta subida del IRPF ronda los 140.000 ó 150.000 euros de renta. "Yo creo que al final serán 140.000 euros, pero la letra pequeña y el detalle ya lo diremos", ha explicado la ministra.
Montero ha indicado que, para ella, una persona que gana más de 60.000 euros al año es clase media, y ha puesto como ejemplo de este umbral de ingresos a profesionales que viven habitualmente de las rentas de su trabajo, que tienen responsabilidades en sus ámbitos y trabajan en campos como la Medicina, la Universidad o la Abogacía.
"En este país existe una arquitectura fiscal que hace que algunas rentas, que ingresan determinados patrimonios y personas, no se declaran a través del IRPF y se utilizan otros instrumentos, como sociedades interpuestas, que aún siendo legales, no estaban pensados para no aflorar esa renta", ha indicado.
La ministra ha subrayado que el Impuesto sobre Sociedades está "muy alambicado", por lo que en el futuro habrá que "simplificarlo", lo que a su vez simplicará el trabajo de la Agencia Tributaria.
Sobre la fiscalidad del ahorro, Montero ha indicado que está trabajando "en la totalidad del IRPF", tanto en las rentas de trabajo como en las de ahorro. "Probablemente ambas se van a haber afectadas. Que una persona cuyo IRPF proceda íntegramente de las rentas de capital (rentas de ahorro) se pueda también ver repercutida por esta reforma fiscal y no sólo los asalariados o los que trabajan por cuenta ajena", ha precisado sin entrar en más detalle "por lealtad" a Unidos Podemos.