El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha afirmado que la reforma laboral que aprobó el viernes el Gobierno es "equilibrada" y ha admitido que por sí sola no creará empleo, aunque ha indicado que es condición necesaria para que éste se recupere y para evitar la "sangría" del paro.
Montoro señaló, en declaraciones a la cadena SER, que "fundamentalmente" es una reforma equilibrada entre los intereses de los empresarios y los sindicatos, si bien reconoció que entiende que por parte de las centrales sindicales haya habido un cierto rechazo.
En este sentido, lanzó un mensaje a los sindicatos recordándoles que el mundo "está cambiando muy deprisa", que se han destruido muchos puestos de trabajo y que "todos deberían reconsiderar" lo que están haciendo. "Los agentes sociales tienen que revisar cuáles han sido las condiciones en nuestra sociedad para que se haya destruido tanto empleo (...). Entiendo sus posturas, pero todos deberíamos ser bastante más flexibles", añadió.
El ministro admitió que la reforma laboral "por sí misma no va a crear empleo", pero añadió que se trata de una "condición necesaria" para crear puestos de trabajo y para "parar la sangría del desempleo". Así, afirmó que para crear empleo es también necesario que fluya el crédito bancario y que se recuperen los mercados internos.
"Nadie espera que por sí misma sea capaz de crear empleo, pero (la reforma laboral) actúa como un cortafuegos a la destrucción de empleo", reiteró Montoro, tras asegurar que este año será "muy difícil" para la creación de puestos de trabajo.
El ministro indicó que se trata de la reforma "más importante" desde los años 80, y destacó que procura que los salarios se acerquen más a la realidad de las empresas, facilita la capacidad de contratar, especialmente por las pymes y los autónomos, se hace la contratación "más sencilla" y se flexibiliza el contrato a tiempo parcial. Por ello, afirmó que simplificar la reforma asegurando que simplemente abarata el despido "no favorece nada".