El ministro Hacienda, Cristóbal Montoro, ha explicado que el Gobierno prevé bajar el techo de gasto en al menos 5.000 millones de euros respecto al Presupuesto inicial de 2016 e incluso algo sobre la ejecución final del gasto del presente ejercicio.
Montoro ha realizado estas aclaraciones en los pasillos del Senado, tras intervenir en la sesión de control al Gobierno de la Cámara Alta, al hilo de las afirmaciones que realizó una portavoz de Ciudadanos, quien anunció que el Gobierno les había transmitido que subiría el techo de gasto.
La cifra de los 5.000 millones es la suma reducción de gasto y el ahorro de intereses que se producirá en el presente ejercicio. El acuerdo de no disponibilidad de gasto adoptado por el Ejecutivo supone un ahorro de 2.000 millones de euros y el cierre anticipado del ejercicio 2016 arroja otros 1.000 millones menos de gasto. A estos 3.000 millones se suman 2.000 millones más por la reducción del pago de intereses de la deuda.
Según el ministro, el cálculo del techo de gasto para 2017 se realiza sobre el techo de gasto presupuestado para 2016 y en este caso supone una reducción de más de 5.000 millones. Además, el ministro considera que el techo de gasto que se fije debería ser a la baja con relación a la ejecución real que se haga en el presente ejercicio.
Montoro argumenta esta previsión en que los esfuerzos realizados ya por la Administración para ajustar el coste de los servicios públicos, así como la central de compras conjuntas para las administraciones y otra serie de medidas propician que se pueda reducir el gasto.
También ha explicado que si no se realiza esta reducción, el esfuerzo para cumplir con el objetivo de déficit del 3,1% para 2017 comprometido con Bruselas tendría que ser del doble, ya que las autoridades comunitarias han reclamado a España un ajuste de 5.500 millones de euros.
Para poder cuadrar las cuentas públicas el Ejecutivo también prevé subir algunos impuestos, pero descarta realizar una subida generalizada. Se trataría de hacerlo de una manera selectiva y puso como ejemplo los que afectan al alcohol y al tabaco. A ello se sumaría el de Sociedades, pero para las grandes compañías, no para pymes y autónomos. Es en este último impuesto, en el de Sociedades, en el que el Ejecutivo confía lograr el mayor aumento de recaudación. No obstante, el ministro ha matizado que la decisión sobre qué impuestos o medidas concretas se adoptarán aún no está cerrada.