Una muestra está cuando se busca, por ejemplo, un visado de turista para Estados Unidos. Entre los primeros resultados, aparecen en Internet páginas similares a la oficial. Recibiremos el certificado legal para viajar a Norteamérica, sí; pero en lugar de 13 euros, pagaremos más de 70.
"Varias personas me dijeron que costaba como 60 o 70 dólares, y eso me sorprendió", afirma un joven viajero a EE.UU.
Otro engaño puede ser similar al que sufrieron las 20.000 personas que iban a acudir a un descampado de la Playa de Pulpí, en Almería, a un publicitado festival de música electrónica latina.
"Pagamos 40 euros, en mano a un relaciones públicas, y ahora no sabemos cómo acceder a la devolución del dinero", dice uno de los estafados. “Yo ahora mismo no creo que nos devuelvan el dinero", señala otro.
Dos días antes del supuesto festival, la empresa lo cancela con un comunicado en la red alegando "motivos ajenos a la organización". Indica que un socio se llevó parte del dinero y que lo han denunciado a las autoridades.
Los alquileres de verano también son terreno abonado para las estafas. Como la que estuvieron a punto de sufrir Begoña y su familia, que creían haber encontrado una ganga en Internet. Pero las fotos que vieron en su ordenador no correspondían al “precioso piso en primera línea de playa, por 500 euros".
A punto estuvo de pagar la fianza, pero en una agencia le alertaron de que era una estafa. “En lo que llevamos de verano, ya hemos tenido unos 10 o 15 casos similares”, dice la responsable de la agencia.
Otros veraneantes tuvieron menos suerte y "pagamos una fianza de 150 euros y cuando llegamos aquí ni existía calle ni existía nada". Los expertos aconsejan no fiarse de las gangas porque los estafadores no se van de vacaciones.
