Poco después del mediodía hora local el Nikkei avanzaba un 1,15% y se situaba en 9.047,05 unidades, por encima de la barrera psicológica de los 9.000 puntos que perdió la víspera en medio del temor inversor por la evolución de la economía global.
La subida del selectivo tokiota se produjo después de que la Reserva Federal de EEUU anunciase que tiene previsto mantener los tipos de interés cerca de cero al menos hasta mediados de 2013.
La moneda estadounidense, por su parte, se intercambiaba hoy en Tokio en torno a los 76,87 yenes, frente a los 77,30 yenes de la víspera en la misma plaza y los 76,90 yenes en Nueva York. Se trata de un nivel muy próximo al que se cotizaba el pasado jueves, que llevó a la intervención del Gobierno japonés en el mercado de divisas para abaratar el yen.
A falta de confirmación oficial, se calcula que esa intervención habría ascendido a entre 4,4 y 4,6 billones de yenes (entre 39.800 y 41.700 millones de euros). Tras la operación el yen se depreció hasta cerca de la banda de las 80 unidades frente al dólar, aunque en las jornadas siguientes volvió a ganar terreno.
Una moneda local fuerte perjudica a los exportadores nipones, puesto que afecta a su competitividad y reduce sus beneficios en el exterior a la hora de repatriarlos.
El ministro japonés de Finanzas, Yoshihiko Noda, afirmó que Japón consultará con otras naciones eventuales acciones ante la subida del yen, aunque advirtió el lunes de que volverá a intervenir en el mercado de divisas si detecta fluctuaciones excesivas en su tipo de cambio.
