La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha revisado al alza sus expectativas para España y prevé que el Producto Interior Bruto (PIB) crezca un 1% en 2014 y un 1,5% en 2015, lo que permitirá reducir la tasa de paro al 25,4% y el 24,4%, respectivamente.
En concreto, las nuevas previsiones de la OCDE suponen una mejora de medio punto respecto a sus pronósticos de PIB del pasado mes de noviembre, cuando calculaba que el paro cerraría 2014 en el 26,3% y en el 25,6% en 2015. "Se prevé que la moderada recuperación de España se fortalezca gradualmente en 2014-15", apunta la organización en la última edicisión de su informe 'Perspectivas económicas', donde señala que este crecimiento vendrá liderado principalmente por las exportaciones, aunque el consumo privado también se fortalecerá como consecuencia de la mejoría del mercado laboral y de la confianza.
Así, la OCDE confía en que esta mayor actividad se traduzca en una evolución positiva del empleo, mientras que la inflación se mantendrá baja a raíz de la considerable capacidad disponible, lo que "permitirá ganancias adicionales de competitividad", aunque existe riesgo de deflación, lo que complicaría la reducción de la deuda, que bajo los criterios del Tratado de Maastricht escalará este año hasta el 98,3% del PIB y al 101,4% en 2015. En cuanto al déficit, el 'Club de los países desarrollados' augura que España culminará 2014 con un desequilibrio negativo del 5,5% del PIB, que el próximo año se reducirá hasta el 4,5%.
A pesar de que sus perspectivas de un progresivo fortalecimiento de la actividad económica en España contemplan una mejoría en las cifras de desempleo, la OCDE considera que los datos aún son muy altos e incluyen una elevada proporción de paro de larga duración por lo que apuesta por la introducción de más medidas que permitan acelerar la reducción del desempleo.
"Para acelerar la reducción del desempleo es crucial que el Gobierno continúe introduciendo reformas para mejorar el crecimiento y la creación de empleo", subraya la institución con sede en París. A este respecto, el informe de la OCDE apunta la necesidad de dotar de una alta prioridad a políticas de empleo dirigidas a los jóvenes y los parados de larga duración con sustanciales necesidades formativas.