Testimonio

La odisea de comprarse un coche en plena crisis de los microchips: "Durante meses ha sido una misión imposible"

La crisis de los microchips golpea con fuerza el mercado de venta de automóviles. Las esperas para recibir un coche van de los 3 a los 6 meses y el comprador que necesita un vehículo para ya se ve obligado a elegir entre los escasos ejemplares que hay en el mercado. En mi caso esta situación me obligó a adentrarme en una búsqueda contrarreloj para evitar la espera.

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Comprarse un coche es una decisión importante para la economía familiar. Los precios son elevados, las opciones que ofrece el mercado marean al más centrado y la brecha ecológica hace que se abra ante el comprador un mar de dudas sobre el combustible más rentable a largo plazo. En mi caso elegir un coche se convirtió, durante meses, en un quebradero de cabeza.

Si ya de por sí la decisión es sesuda, en los últimos meses se ha sumado una nueva variante a este puzzle: la crisis mundial de los microchips. El parón en la producción se remonta al inicio de la pandemia de coronavirus. Las grandes plantas, situadas en EEUU y China, pararon su producción y ahora están haciendo acopio de microchips poniendo a la cola la demanda internacional.

Pero, ¿qué es un microchip? Se trata de un compuesto inferior a un grano de arroz formado por material semiconductor que almacena información y la procesa. Los microchips se encuentran en todos los dispositivos electrónicos, entre ellos los coches.

Si uno se acerca a un concesionario estos días la respuesta será unánime: "La cosa está muy mal". Las esperas van desde los 3 meses hasta casi un año dependiendo del modelo de coche y la gama. El periodo de espera ha aumentado un 65% en el último año, según los datos de promoCAR de Kantar. Es tal la escasez de vehículos que muchos concesionarios exponen en sus instalaciones modelos ya vendidos por los que está esperando un comprador. El objetivo es no mostrar un expositor vacío.

Algunos comerciales usan esta escasez de stock para emplear técnicas más agresivas de venta. No son pocos los casos que me encontré en los que el comercial de turno me advertía de que solo me vendería el coche si lo financiaba, cuando normalmente existe la opción de pago al contado. La demanda es muy alta y muchos compradores harán lo que sea con tal de poder acceder a un coche.

El vehículo de ocasión no se libra de la crisis

Viendo que comprar el coche de mis sueños estaba complicado me lancé al mercado de ocasión como alternativa. Un sector que también atraviesa una falta de stock importante por 3 razones: los renting aportan menos coches por el parón del turismo y los particulares tardan meses en deshacerse de sus coches viejos por el retraso en las entregas.

Es común que al final el comprador se acabe conformando con lo que hay en lugar de elegir el coche soñado por el que puede estar meses esperando. En el caso de que uno decida encargar su coche la petición del vehículo se lanza a fábrica y esta da una fecha estimada de entrega que puede variar y dilatarse aún más meses de los acordados. Vamos, nada seguro.

Antes de adquirir un vehículo los expertos recomiendan analizar nuestras necesidades, qué presupuesto tenemos y lo que ofrece el mercado. Actualmente es importante que tener en cuenta si se necesita el coche en un corto periodo de tiempo nuestra opción puede ser la del vehículo de renting. Ante todo, paciencia.

Tras meses de búsqueda finalmente terminé eligiendo un coche nuevo que estaba en el concesionario y por el que no he tenido que esperar. Una nueva alternativa condicionada por la crisis de los microchips pero con la que estoy satisfecha.

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