Okupas
Okupas de Tetuán: vivir entre basuras en el centro de Madrid
La presencia de okupas en el madrileño barrio de Tetuán es cada vez más importante. Entre las calles Jaén y Dulcinea encontramos modernos pisos okupados, casas antiguas convertidas en puntos de narcotráfico y solares donde personas sin hogar han construido infraviviendas. Son zonas abarrotadas de basura en las que proliferan insectos y ratas. Los vecinos se quejan de los problemas de salud pública que suponen y también de la inseguridad que ocasiona el trapicheo de drogas.
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Para entrar por el callejón tenemos que retirar un mugriento colchón que bloquea el acceso. Es la puerta a una realidad distinta. A un lado y a otro de la calle encontramos los gimnasios o restaurantes elegantes de un barrio céntrico de Madrid. Este callejón de Tetuán nos conduce a otro mundo: el de la miseria y la okupación. Caminamos sobre montones de basura y rodeados de nubes de moscas. Huele a vertedero y a podredumbre.
Al final del pasillo entramos en un solar con una casa baja con el tejado medio hundido, aquí hay más basura si cabe y es el lugar donde vive un grupo de personas rodeados de miseria. Nos encontramos con una mujer española de 35 años. Lleva un mes viviendo en estas condiciones deplorables. Asegura que fue desahuciada y que ha vivido un tiempo en la calle y que esa experiencia es todavía peor: "aquí tengo un techo, en la calle se vive mal, muy mal. Me han robado y me han apaleado".
No nos quiere decir su nombre, nos cuenta que cobra una paga de 420 euros al mes y que su máximo deseo es escapar de esta infravivienda pero que no tiene recursos. "Me iría de cabeza a cualquier sitio, a una vivienda social o un piso compartido y estaría dispuesta a pagar".
La semana pasada, en este mismo lugar, una de las okupas mató a golpes a otra de nacionalidad filipina. Los servicios de urgencia acudieron con los bomberos para atender a la persona atacada. Los vecinos se quejan de las peleas y creen que la basura acumulada es un riego para la salud pública.
Punto de venta de droga
En la misma manzana hay una casa antigua con las ventanas tapiadas y con la puerta cerrada con una cadena y un candado. En el vecindario aseguran que los okupas la convirtieron en un punto de venta de droga. El inmueble muestra los señales de un incendio, un fuego originado tras una disputa entre los traficantes. Después del suceso fueron expulsados, pero los vecinos se quejan de que han regresado y suponen una amenaza a la seguridad del barrio.
También hay un moderno bloque de viviendas con bastantes pisos okupados, así como un aparcamiento subterráneo con cientos de plazas que nunca entró en funcionamiento y en el que viven varios sintecho.
Esta zona del barrio de Tetuán está situada apenas a unas manzanas de la Torre Picasso, y de Nuevos Ministerios. Los vecinos destacan el contraste entre la opulencia y la miseria. No todos se quejan, hay quien dice que no siente la presencia de los okupas, sin embargo otros evitan pasar pasar por los descampados por donde deambulan y lamentan que esos espacios, hoy muy degradados, no se dediquen a parques o equipamiento social.
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