Hasta ahora el Opel Mokka sólo se producía en Corea del Sur. Ahora, la asignación del Opel Mokka a la planta de Figueruelas, pilar básico de la economía aragonesa, supondrá una importante inyección en cuanto a cifras de inversión.
La fábrica zaragonzana será una de las receptoras de los 4mil millones que General Motors, dueño de Opel, repartirá entre sus sedes europeas. Una buena noticia para los 7mil empleados de la planta automovilística que a su vez cuenta con 12mil trabajadores en empresas auxiliares.
Se prevén 200 puestos de trabajo directos aunque todavía se desconoce el número de vehículos que se construirán y los años que durará el contrato. El encargo actuará como un bálsamo para los trabajadores firmen un nuevo convenio colectivo, que incluirá la congelación de los salarios durante dos años y subidas en los tres siguientes.
Además del Mokka todo apunta a que la planta de Figueruelas se hará con la fabricación de la próxima generación del Citroën C3 Picasso, que actualmente se produce en la República Checa.