Los datos son históricos pero no llegan a la previsión. La economía española creció un 16´4% en el tercer trimestre según ha confirmado el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Aún así las previsiones eran ligeramente mejores.
Los datos de la evolución del PIB
El INE confirma con sus estadísticas que el PIB creció con fuerza entre julio y septiembre aunque tres décimas por debajo de las previsiones que esperaban un repunte del 16,7%. Es justo el repunte que siguió a la paralización económica para frenar los contagios por coronavirus, cuando aún no se tenía certeza de lallegada de la vacuna este año. Repunte tras el desplome también histórico del 17,9 % del segundo trimestre. La situación sigue siendo complicada y está lejos de volver a las cifras anteriores al estallido de la pandemia por coronavirus. Si miramos las cifras de forma interanual, es decir comparando con el mismo periodo del año anterior, el PIB cayó el 9 % en el tercer trimestre y la renta nacional bruta también cayó, en este caso un 7,8 %.
¿Qué ha causado el repunte en el tercer trimestre?
Para explicar el crecimiento del tercer trimestre hay que fijarse en la recuperación de la demanda nacional. Sólo esta variable aportó 15,6 puntos al crecimiento, con un aumento del 20,8 % de consumo de los hogares y del 42,6 % de la inversión empresarial. Aumentaron las exportaciones un 29,9 % y las importaciones un 27 %. Las horas trabajadas se recuperaron un 24,7 %, un 16 % a tiempo completo.
¿Qué actividades registran mayor subida?
La actividad creció en todos los sectores excepto en la agricultura que cayó un 1,2% afectada gravemente por la crisis económica. Sube la industria un 26,2 %; la construcción, un 22,5 %; y los servicios, un 14,9 %, con un crecimiento del 43,2 % para el comercio, transporte y hostelería. El consumo de los hogares se redujo un 10,5 % respecto al año anterior y la inversión, un 9,6 %, mientras que las exportaciones cayeron un 19,3 % y las importaciones, un 15,4 %. Las horas trabajadas se redujeron un 6,2 % respecto a un año antes, mientras que los puestos equivalentes a tiempo completo bajaron un 5,5 %, lo que supone una pérdida de 1.012.000 de puestos de trabajo.
