Pedro Sánchez ha viajado a Países Bajos, comenzando una gira europea para intentar negociar el fondo de recuperación y los presupuestos plurianuales de la UE, que serán los cimientos financieros de los planes de reconstrucción tras la crisis sanitaria del coronavirus.
Tras haber mantenido la semana pasada encuentros con los países aliados en esta negociación -los primeros ministros de Italia y Portugal-, Países Bajos, Alemania y Suecia son los destinos del presidente del gobierno.
España busca una negociación rápida
Con el holandés Mark Rutte ha sido el primer encuentro. Desde Moncloa dicen que ha sido un encuentro cordial, a pesar de la actitud mostrada por los holandeses con los países del sur. Han hablado de los temas clave del próximo Consejo Europeo, el Fondo de Recuperación y el Marco Financiero Plurianual, el presupuesto de la Unión Europea para los próximos siete años.
Para España es importante alcanzar un acuerdo en julio y cree Pedro Sánchez que será también muy beneficioso para toda Europa. Plantea que se haga de forma "ágil y eficiente". Y la propuesta de la Comisión debe el punto de partida mínimo para la negociación.
El Gobierno holandés considera insuficientes los cambios en el proyecto de recuperación pospandemia planteados por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y pedirá recortar el volumen del plan de recuperación y el presupuesto y endurecer más las condiciones para acceder a ayudas. Es la postura que Mark Rutte defenderá en la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea que de la semana próxima
[[H3:Merkel y Löfven]]
Alemania ostenta la presidencia de la UE, de ahí la importancia del encuentro que mantendrán Pedro Sánchez y Angela Merkel y finalmente estará en Estocolmo con el jefe del ejecutivo sueco, Stefan Löfven.
España será previsiblemente el segundo país más beneficiado, tras Italia, en el reparto del fondo, son los dos estados miembros más afectados por la pandemia.
El Gobierno busca que la mayor parte de lo que perciba España sea a través de ayudas directas, frente a la postura de los países 'frugales' -Países Bajos, Dinamarca, Austria y Suecia, última parada de Sánchez-, que quieren imponer condiciones severas al reparto.