Los pensionistas podrían comenzar el año con 15 euros más en el bolsillo, en una única paga por jubilado. Poco para cada bolsillo pero mucho para el Estados: unos 135 millones de euros.
Por otra parte, el Gobierno ha aceptado estudiar la propuesta de acuerdo que los sindicatos han planteado en la mesa de diálogo social para la derogación de la reforma de pensiones que el PP llevó a cabo unilateralmente en 2013, y se ha comprometido a dar una respuesta en 48 horas. La patronal también ha aceptado estudiar la propuesta de derogación de los sindicatos, que incluye medidas para reforzar la estructura financiera del sistema de pensiones.
La reforma de 2013 fue la que introdujo el índice de revalorización de las pensiones que desligó su subida de la inflación para vincularla a la situación financiera del sistema, de manera que mientras las Seguridad Social estuviese en pérdidas solo se garantizaba un subida mínima del 0,25 %. Asimismo, establecía la entrada en vigor a partir de 2019 del factor de sostenibilidad, un cociente reductor aplicado al cálculo de la pensión inicial relacionado con la esperanza de vida en el momento de la jubilación.
Tras cuatro años de aplicación de la norma, el propio PP se la saltó al pactar con el PNV en los presupuestos de 2018 una subida de las pensiones del 1,6 % con carácter general, junto con el compromiso de volver a actualizarlas conforme el IPC en 2019, además de retrasar la entrada en vigor del factor de sostenibilidad.
El Gobierno socialista ha asumido el compromiso de revalorizar las pensiones con la inflación en 2018 y 2019, pero no se ha pronunciado sobre la eventual derogación de la reforma de 2013 a la espera de ver las recomendaciones de la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo y de tratarlo en el marco del diálogo social.