El objetivo del plan Draghi es estimular la actividad económica, incluyendo que empresas y familias tengan un acceso más fácil al mercado crediticio. Esto se va a notar, por ejemplo, en los préstamos hipotecarios. Sólo las expectativas de las medidas tomadas por el BCE ya han generado movimientos entre las entidades para mejorar sus ofertas de hipotecas.
A medida que los tipos de interés sigan bajando, las familias pagarán menos por un préstamo. Desde septiembre, el precio oficial del dinero en Europa en el 0,05% y el Euribor ha bajado desde abril un 0,33%. Esta bajada supone que en una hipoteca de 120.000 euros a 25 años, el ahorro será de 13 euros al mes, lo que equivale a 160 al año.
La decisión del BCE de comprar deuda de forma masiva abre las puertas a que en los próximos meses veamos hipotecas por debajo del 1% total, sumando Euribor más diferencial. Esto también podría aplicarse también a quien ya tenga un crédito y renegocie con su banco una mejora en las condiciones.
La nueva situación financiera también dará más capacidad a los ciudadanos para negociar con los bancos. Comienza ahora la guerra entre las entidades por ofrecer sus productos eintentar fidelizar al cliente obligando a tener la nómina o seguros contratados para beneficiarse de hipotecas más bajas.