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PLAN GENERAL DE MADRID
El Pleno del Ayuntamiento aprueba por unanimidad el proyecto Madrid Nuevo Norte
Madrid Nuevo Norte representa una intervención sobre un ámbito que supera los tres millones de metros cuadrados de superficie y se extiende más de cinco kilómetros de longitud en la dirección norte sur, desde los alrededores de la Plaza de Castilla hasta la proximidad del monte de El Pardo.
El Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha dado luz verde este lunes a la aprobación provisional de la modificación del Plan General de Madrid para el proyecto Madrid Nuevo Norte, con el apoyo de todos los grupos municipales, PP, Cs, Vox, PSOE y Más Madrid. Tras ello, la modificación se enviará para su aprobación definitiva a la Comunidad de Madrid, que es la competente al tratarse de una modificación del Plan General vigente.
La aprobación definitiva permitirá que se puedan realizar los trabajos de urbanización de los terrenos en las tres zonas denominadas APE, es decir, el Centro de negocios, Malmea-San Roque-Tres Olivos y, por último, Las Tablas Oeste para poder construir los equipamientos, zonas verdes y edificios objeto de la propuesta, conforme a la nueva ordenación establecida en esta modificación del Plan General de Ordenación de la ciudad. En cuanto a la cuarta zona, denominada APR Estación de Chamartín, la aprobación definitiva permitirá realizar el trabajo de planear las soluciones funcionales del futuro servicio ferroviario y de la nueva estación asociada al mismo, formulando el Plan Parcial y los proyectos de construcción que procedan.
El sistema de gestión por el que se desarrollará el ámbito para materializar las determinaciones de planeamiento es el de compensación para las tres zonas denominadas APE, por lo que corresponde a la capacidad de gestión de la iniciativa privada desarrollar su ejecución. Para la zona denominada APR, el sistema de actuación lo establecerá su planeamiento de desarrollo, el Plan Parcial.
El 60,54% de todo lo que allí se construya se destinará a actividades económicas y estas se localizan junto a la nueva estación de Chamartín. Complementando el peso de lo que se destina a actividades económicas, el 35,46% de lo que se construya se destinará a la construcción de un máximo de 10.500 viviendas, de las cuales el 24% pertenecerán a viviendas con protección pública situadas en un ámbito donde cerca de las tres cuartas partes de la superficie final se destinará a usos públicos.
En la planificación del Ayuntamiento se establece un plazo de inicio de las obras de urbanización a finales de 2020 y de ejecución de las obras de urbanización y puesta en servicio de los suelos públicos y privados de ocho y nueve años para las zonas APE, esto es, que deberá estar concluida la totalidad de la urbanización en el año 2028. El conjunto del desarrollo urbano se estima que estará concluido y edificado en su totalidad, en un plazo de 24 años, siendo el APE Centro de negocios el que la programación establece como de mayor duración, debido a las peculiaridades de la edificación que contiene.
Para el APE Las Tablas Oeste está prevista su finalización con la edificación concluida en 2033, y el de Malmea-San Roque-Tres Olivos en 2037.
Madrid Nuevo Norte representa una intervención sobre un ámbito que supera los tres millones de metros cuadrados de superficie y se extiende más de cinco kilómetros de longitud en la dirección norte sur, desde los alrededores de la Plaza de Castilla hasta la proximidad del monte de El Pardo. Se establece un gasto para las administraciones públicas en su conjunto de 2.452 millones de euros y unos ingresos de 3.762 millones, lo que representa un saldo a favor de las administraciones de 1.310 millones de euros.
Se estima que durante la construcción se generarán 63.000 empleos directos, 31.000 indirectos y 23.000 inducidos, lo que representa un empleo total estimado durante la fase de construcción de 117.792 empleos. Una vez concluido, y en el funcionamiento cotidiano del ámbito, se considera que se generan 94.050 empleos en la zona, con una población de 27.441 habitantes, por lo que será un ámbito utilizado por 121.491 personas de forma habitual.
La inversión movilizada se establece en 2.800 millones de euros dedicados a nuevas infraestructuras en el ámbito, a lo que se añadirá la inversión en dotaciones y equipamientos públicos con una inversión por valor de 488,2 millones de euros y la inversión en construcción de las edificaciones por importe estimado de 4.022,7 millones, lo que representa una inversión total de 7.3042,2 millones de euros destinados a la materialización del proyecto.
Su desarrollo aportará a la ciudad cerca de medio millón de metros cuadrados de nuevos parques urbanos y zonas verdes, entre los que se encuentra un gran parque de 120.000 metros cuadrados que ocupará parte del espacio recuperado por la cubrición de las vías de la red ferroviaria, lo que posiblemente sea en el futuro un nuevo espacio de referencia en la ciudad. Además, se dotará de más de 1,3 millones de metros cuadrados de nuevas redes públicas de transporte, zonas verdes y equipamientos, tanto al servicio del ámbito como de toda la ciudad.
La normativa del plan establece, entre otros asuntos, aspectos relacionados con la movilidad y la eficiencia energética. La trascendencia del sistema de movilidad adecuado ha sido un factor principal en las decisiones adoptadas de planificación y ordenación. La ordenación propuesta se basa en un modelo urbano orientado al transporte público que concentra la densidad de las actividades terciarias y de los equipamientos en el entorno de los espacios que son más accesibles al transporte, lo que permite reducir la dependencia del vehículo privado y aumentar el espacio destinado a otros sistemas de movilidad, dando forma a nuevos espacios públicos y zonas verdes.
La normativa establece los requisitos para una movilidad más sostenible; fija límites máximos de aparcamiento en el uso terciario, dotaciones mínimas de aparcamiento de bicicletas, previsión de la infraestructura necesaria en urbanización y edificación para la integración de la movilidad eléctrica pública y privada, entre otros aspectos.
Para incorporar en su desarrollo la eficiencia energética, la normativa establece requisitos para el alumbrado exterior, incorporación de infraestructuras energéticas de alta eficiencia y bajas emisiones, desarrollo de redes térmicas de distrito para el suministro de frío y calor, limitaciones adicionales al consumo de energía sobre los actuales límites fijados por la normativa vigente en el Código Técnico de la Edificación, o requisitos para generar energía con fuentes renovables en las cubiertas de edificios residenciales y terciarios. Para disminuir la huella de carbono en la construcción de este ámbito, la normativa incorpora requisitos de selección de materiales de menor impacto ambiental.
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