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CANCELADO LOS VUELOS ENTRE LISBOA Y MADRID
Portugal responde con una huelga general a su tambaleante economía
Protestan por el plan de ajuste que el Gobierno luso tiene prohibido aprobar el viernes, que reducirá salarios y prestaciones sociales y aumentará los impuestos.
Por primera vez en 22 años los dos principales sindicatos portugueses se han puesto de acuerdo para aunar fuerzas y convocar la huelga general. No aceptan los presuspuestos para 2011 que se votan dentro de dos días y que contemplan una subida de impuestos, una bajada de hasta un 10% del sueldo de los funcionarios públicos y nuevos recortes en el gasto social.
Los sindicatos pretenden frenar estas medidas paralizando el país y sobre todo paralizando los transportes. Hoy han logrado que sólo tres de los 450 vuelos previstos despegaran en Lisboa. Han paralizado el principal muelle que cada mañana utilizan 60.000 trabajadores para cruzar el río Tajo. "Cerrar todos los puertos del país era el objetivo inédito y conseguido desde primera hora de la mañana", como explica el secretario general del sindicato mayoritario. La otra meta era paralizar la producción en fábricas como la mayor planta automovilística portuguesa.
Además, llegar esta mañana a Lisboa era imposible sin encontrar atasco. Las cuatro líneas de metro, las 46 estaciones de Lisboa permanecen cerradas, sin excepciones, sin servicios mínimos, ni transporte alternativo. Los autobuses y trenes sí han circulado pero con retrasos y sin cumplir los horarios.
El Gobierno minimiza el impacto
La ministra de Trabajo de Portugal, Helena André, aseguró que el sector privado funciona con normalidad pese a la huelga general, aunque reconoció el impacto del paro en el sector de los transportes.
En declaraciones a los periodistas, André rebajó el triunfalismo mostrado por los sindicatos y aseguró que el consumo energético en Portugal no registra hoy cambios significativos respecto a un día corriente y que eso demuestra que la adhesión a la huelga en las empresas privadas ha sido "muy reducida".
Sin embargo los sindicatos hablan de un seguimiento del 70 al 80% en la mayoría de los sectores laborales y aseguran haber paralizado el transporte y muchos servicios públicos. La ministra señaló, por su parte, que la banca, entre otros sectores privados, funciona como en cualquier otro día y resaltó que la participación de una parte de la población en este paro general "no significa que Portugal esté paralizado".
André cifró en un abanico muy amplio, entre el 5 y el 95%, el seguimiento del paro en el sector de los transportes, dependiendo de las empresas. Además se felicitó por el "limitado número de incidentes" registrados hasta el momento y por el "respeto a las instituciones democráticas" exhibido por los trabajadores y pronosticó que "ésta va a ser una huelga tranquila".
André compareció ante la prensa con el secretario de Estado de la Administración Pública, Gonçalo Castilho, que calculó sólo en el 20% los funcionarios estatales que se han sumado al paro. Castilho no facilitó datos de los trabajadores municipales, donde los sindicatos aseguran que la protesta es muy amplia.
Esta huelga general es la primera convocada de forma conjunta desde 1988 por los dos sindicatos mayoritarios del país, la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, comunista) y la Unión General de Trabajadores (UGT, socialista).
El paro ha provocado la cancelación de casi el 100% de los vuelos en los aeropuertos portugueses y ha tenido una muy alta incidencia en los servicios de metro, tren y autobús, en las escuelas y centros sanitarios y en las grandes empresas y fábricas, según los medios de comunicación.
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