El índice de la FAO, basado en los precios de una cesta de alimentos básicos objeto del comercio internacional, subió a 216 puntos en septiembre, desde los 213 puntos en agosto.
El alza refleja el fortalecimiento de los precios de productos lácteos y de la carne y los aumentos más contenidos de los cereales. Los precios de azúcar y aceites, por otro lado, se redujeron, dice. El índice de precios de la FAO se encuentra actualmente 22 puntos por debajo de su pico de 238 puntos en febrero de 2011 y 9 puntos por debajo de su nivel de 225 puntos de hace un año, en septiembre de 2011.
El índice de la FAO para los precios de cereales tuvo un promedio de 263 puntos en septiembre, un 1,0 por ciento, 3 puntos, más que en agosto, ya que las ganancias en el trigo y el arroz compensaron un descenso en el maíz. Mientras que la reducción de la disponibilidad de maíz para la exportación y sus altos precios han marcado la tendencia en los mercados de cereales en los últimos meses, la escasez de suministros de trigo ha pasado también a ser preocupante, advierte.
Sin embargo, los precios internacionales del trigo cayeron hacia la segunda mitad del mes, tras el anuncio de la Federación de Rusia de que no impondrá restricciones a las exportaciones. El índice de la FAO para los precios de carne se situó en 175 puntos en septiembre, un 2,1 %, 4 puntos, más con respecto a agosto. Los precios de los sectores porcino y avícola, con un consumo intensivo de cereales, registraron aumentos particularmente fuertes, del 6 % y el 2 % respectivamente, agrega.
En Asia occidental, el deterioro de la seguridad alimentaria en medio de los disturbios civiles sigue siendo motivo de gran preocupación en Siria y Yemen. La FAO advierte de que en Siria, el número de personas que necesitan asistencia alimentaria urgente ha aumentado a 1,5 millones y podría duplicarse a finales de año si la situación actual no mejora.
En Yemen se calcula que diez millones de personas, cerca de la mitad de la población, necesitarán ayuda alimentaria de emergencia como consecuencia de los altos niveles de pobreza, los conflictos prolongados y los elevados precios de alimentos y combustibles.