Los componentes que más influyeron en el aumento mensual fueron el vestido y el calzado, cuya tasa subió el 2% por la temporada de primavera-verano; el transporte, con un incremento del 0,5% por los precios de los carburantes y lubricantes de los automóviles, y la vivienda, con un 0,3% de aumento por los del gasóleo para calefacción.
La inflación subyacente -que excluye la variación de los precios de los alimentos y la energía- se situó en el 0,2%, tres décimas más que la registrada en abril, con lo que vuelve a situarse en niveles positivos. Con más detalle, las partidas que más influyeron en la subida mensual de los precios estuvieron relacionadas con la alimentación, especialmente por las patatas y sus preparados, con un aumento del 5,7%, y las legumbres y hortalizas frescas (0,9%).
Otros factores fueron las prendas de vestir (1,7%), el calzado (2,9%), los carburantes y lubricantes (0,7%), otros combustibles (5,6%) y automóviles (0,5%). En cambio, bajaron los precios en el ocio y la cultura (0,6%), por los viajes organizados, y de la medicina (0,7%), por los medicamentos y otros productos farmacéuticos.
Por su parte, la tasa interanual del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) subió dos décimas y se situó en el 1,8%, con lo que coincide con la publicada en el indicador adelantado del pasado 28 de mayo.