La principal preocupación para el 54% de los empleados españoles es mantener su puesto de trabajo, una cifra que desciende ligeramente en comparación con el mismo estudio del año anterior, llevado a cabo por Edenred, y que añade que, pese a las preocupaciones laborales, el 62% es optimista respecto a su futuro laboral.
"Del año pasado a este ha aumentado la preocupación por el empleo y ha disminuido la preocupación por el salario. Nos preocupa estar trabajando, independientemente de lo que ganamos, así que tenemos muchos rehenes en las empresas que están trabajando sin estar especialmente motivados", ha explicado en declaraciones, Manuel Asla, director de marketing de Edenred España.
El estudio, realizado en ocho países europeos y a un total de 8.800 trabajadores de distintos sectores de actividad, de los cuáles 800 son españoles, desprende que el 84 por ciento de los empleados encuestados dedica demasiado tiempo a su trabajo, siendo un 1% menor que el año anterior.
Se trata de un porcentaje que alcanza el 94% entre los directivos, seguido de los empleados del sector industrial. "Las mayores diferencias están marcadas en cuanto al sector de actividad; por los funcionarios, que son los que menos se quejan, frente a los que más, que son los que trabajan en el sector industria", ha matizado Asla.
Fusión entre la vida laboral y personal
A su juicio, esto conlleva consigo un elevado potencial de frustración con el solapamiento de la vida personal con la laboral. "Esta (tendencia) viene acompañada por las nuevas tecnologías; lo que pasa hoy es que dedicamos mucho de nuestro tiempo personal a trabajar, aunque también hay cosas personales que también hacemos en el tiempo de trabajo", destaca.
De hecho, el estudio desprende que el 46 por ciento de las empresas europeas cuentan con smartphones para sus empleados y el 69 por ciento de los trabajadores declara tener un alto nivel de implicación asociado a su actividad laboral. Además, el nivel de estrés ha venido aumentando; así el 40 por ciento de los españoles da una nota entre 8 y 10 el nivel de estrés que sufre en el trabajo, un porcentaje que ha ido aumentando en los últimos años.