Emilio Botín ha presentado hoy los resultados del año del Banco Santander. En ese acto ha hecho referencia a la actual reforma laboral, la cual cree "imprescindible de cara al futuro".
El presidente del Santander no se quiso meter en si las reformas previstas en el mercado laboral pudiesen desencadenar la convocatoria de una huelga general, como admitió ayer en Bruselas Mariano Rajoy, sino que se limitó a repetir que lo que le conviene al país es una reforma "profunda y de calado".
En cuanto a la crisis económica "hay que echarle una culpa muy grande a los políticos"
"Los pasos que está dando el nuevo ejecutivo español son muy positivos y están colaborando a que la deuda pública española haya tenido una evolución positiva en las últimas semanas", dijo Botín. Sin embargo, admitió que pese a ser "imprescindibles" son medidas "dolorosas en el corto plazo" para todo el mundo, incluso para el propio banco Santander, que antes obtenía en España en torno al 30 % de su beneficio total y ahora no llega al 10 %.
También destacó que es necesario finalizar "cuanto antes" la reestructuración del sistema financiero español y dijo que "aunque se ha avanzado mucho" hay que hacer más, aunque admitió que lo que se ha conocido hasta ahora sobre las exigencias de provisiones adicionales "va en la buena dirección".
El banquero culpa a los bancos de la actual crisis pero advierte de que no son los únicos responsables; "Yo creo que hay que echarle una culpa muy grande a los políticos, no han sabido manejar los temas. Es como un banco que va mal, pues hay que echarle la culpa al que lo lleva", asegura el presidente de la entidad."No quiero concretar pero hay muchos que lo han hecho muy mal", comentó también.