Reducción jornada laboral

La reducción de la jornada laboral, bajo la mirada de un economista: "Es difícil ver cómo van a sustituir estas horas"

El próximo lunes se prevé cerrar el acuerdo tripartito entre patronal, sindicatos y el Gobierno para que arranquen los trámites legales de la reducción de la jornada laboral.

Un trabajador en su puesto de una fábrica, en una imagen de archivo

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Por el momento, continúan las conversaciones entre los sindicatos, la patronal y el Ministerio de Trabajo para reducir la jornada laboral a las 38,5 horas semanales antes de final de año. Esta semana, que parecía ser decisiva para pulir el acuerdo tripartito, ha terminado sin una conclusión clara. El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, asegura que la postura de la patronal "ha dejado mucho que desear". Por su parte, CEOE y Cepyme llegaron a la mesa de diálogo con un informe donde aseguraban que las pequeñas y las medianas empresas son las primeras afectadas por la medida dado a su menor productividad, rentabilidad y otros recursos organizativos.

En cualquier caso, el Gobierno prevé hacer una nueva propuesta a la patronal el próximo lunes para que se apruebe la medida durante la mesa de negociación programada para las 12:00 horas. "Vamos a hacer nosotros, lo que no hacen ellos, y vamos a ver cuál es su vocación negociadora", subrayó Yolanda Díaz, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. Hay mucho debate social en torno a la medida. Los empresarios tienen una postura, el empleado otra diferente y el Gobierno por su parte trata de evidenciar que los efectos de la reducción de la jornada laboral serían muy positivos.

Esta semana en la Newsletter de Antena 3 Noticias, tratamos de desgranar la propuesta de la mano de José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra. Las condiciones sobre las que se aprobará serán, como se ha venido haciendo en las últimas semanas, en base a las demandas de los agentes sociales -sindicatos y patronal- para que el Ejecutivo le de un carácter legal a la normativa por la que se verían beneficiados 11 millones de trabajadores del sector privado.

La productividad, en el punto de mira si se aplica la medida

El economista señala por un lado el éxito de la medida en países como Portugal, donde se evidencia que la reducción de la jornada laboral supuso un efecto positivo al aumentar la productividad sin afectar al empleo. De hecho, se comprobó que se contrataron a un mayor número de trabajadores. ¿Por qué?

Tal y como explica García Montalvo, si atendemos al caso portugués y lo trasladamos al momento actual de nuestro país vemos cómo una empresa podría aumentar su productividad subiendo el salario por horas trabajadas del empleado. "El empresario podría pagarle ese aumento de la productividad sin ningún impacto sobre la viabilidad de la empresa", explica.

Ahora bien, la misma deberá partir de la base de unos buenos resultados en cuanto a la productividad. En caso contrario, el empresario solo tendrá que hacer frente al incremento del coste laboral y tendrá cuantiosas pérdidas. El informe presentado por Cepyme afirma que la "reducción no negociada del tiempo de trabajo" sin merma salaria supondría un coste directo de 11.800 millones de euros. A ello habrá que sumar los costes indirectos, de unos 30.600 millones de euros que se obtienen del valor añadido bruto que dejaría de darse por recortar el horario de trabajo.

¿Por qué el sector de la hostelería sería uno de los más afectados?

Como decimos, cerca de 11 millones de trabajadores del sector privado se verían beneficiados por la medida. De los 3.512 convenios vigentes en 2023, solo 290 que afectan a 357.496 trabajadores, tienen jornadas de más de 40 horas semanales, y 183, que aplican a 436.500 empleados, tienen pactadas jornadas semanales entre 39,5 y 40 horas.

Uno de los sectores más afectados por la medida podría ser el de la hostelería. La explicación es muy sencilla. Si la reducción se aplica en épocas en las que hay una gran demanda, el empresario tendrá que buscar más trabajadores. Pero el problema, según el catedrático de Economía de la Pompeu Fabra, es que hoy en día hay muchas vacantes en el sector. "Es difícil ver cómo van a sustituir estas horas que se van a perder por la reducción con otros trabajadores, si ya no pueden encontrarlos", asegura.

Así, existe la posibilidad de que esto se solucione si se atraen a más empleados al ofertar que su salario se mantendrá trabajando menos horas. Ahora bien, ese incentivo adicional no deberá suponer "un impacto directo sobre la viabilidad de la empresa". "Es ahí donde está el 'quid' de la cuestión", concluye José García Montalvo.

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