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BUÑOL INTENTA ACABAR CON LAS DEUDAS

Privatizar las fiestas populares para airear las cuentas

Por primera vez se ha cobrado la entrada para la Tomatina pero la de Buñol puede no ser la única fiesta que se privatice en España. Las cuentas de los Ayuntamientos no salen y esta parece una buena solución para aligerar los  presupuestos.

Buñol es internacionalmente conocido por su Tomatina aunque su deuda supera los 4 millones de euros. Organizar la fiesta cada año cuesta 140.000 euros. La solución pasa por cobrar 10 euros a quien quiera sumergirse en este zumo de tomate y 750 a quien prefiera subirse al camión para acribillar a tomatazos a los demás.

Una empresa privada vendió todas las entradas en apenas unos días y el consistorio no solo no ha puesto dinero, sino que incluso se ha quedado con parte de los beneficios. Los expertos en economía lo advierten: Habrá que acostumbrarse a estas fiestas populares de pago.

Lo podremos ver incluso también en Pamplona. La deuda municipal supera los 100 millones de euros y los sanfermines cuestan 2 millones. En unos días, empezarán a organizarse las fiestas de 2014 y se estudiará la posibilidad de cobrar por correr el encierro.

En Vilafranca del Penedés, que está en plena Fiesta Mayor, son los vecinos los que, con sus aportaciones voluntarias, sufragan los gastos. No se plantean la posibilidad de hacer castells de pago.

En Valencia hay fallas que cobran por hacer una visita privada a los monumentos, aunque verlas arder aún sigue siendo gratis.

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