En la comisión del Parlamento de Cataluña que investiga la fortuna oculta de su familia, el primogénito del expresidente catalán ha explicado que entre abril de 2013 y enero de 2015 ha sido objeto de una inspección de Hacienda por el período comprendido entre 2008 y 2013, en la se han detectado irregularidades muy menores, como la exclusión de su colección de coches de su patrimonio declarado.
Pujol Ferrusola, que ha comparecido durante casi cuatro horas, ha explicado que, entre los años 2004 y 2013, las empresas que controla ingresaron un total de 22,3 millones de euros y que ha pagado a la Agencia Tributaria por ese capital un total de 7,5 millones y ha recalcado que las actas de inspección se han cerrado sin encontrar "nade extraño, nada especial". Únicamente en una de las empresas, ha añadido el hijo del expresidente catalán, la inspección detectó que el sueldo que cobraba era inferior al que correspondería.
Preguntado por su relación con los negocios de Jordi Puig, hermano del conseller de Empresa y Empleo Felip Puig, el hijo del expresidente catalán ha afirmado que compartió despacho con este en 2009 y que, en una ocasión, llevó a cabo una operación inmobiliaria con él en Ibiza. Jordi Pujol Ferrusola ha explicado que, como comisión por las gestiones que hizo para la financiación de esa operación, se hizo con una participación en la gestora del complejo inmobiliario de la misma forma que Jordi Puig, pero que poco después ambos la liquidaron. También ha asegurado que no se ha beneficiado de su apellido a la hora de hacer negocios: "no me ha ayudado nunca o casi nunca".
No obstante, ha matizado que "si te llamas Pujol, no pasa nada. Si te llamas Pujol Ferrusola, estás jodido". Además, ha admitido que últimamente, en algunos negocios, como por ejemplo en Mauritania, no utiliza su nombre real, porque considera que ello le perjudica. En su intervención, también se ha esforzado en insistir que no mantiene negocios con la administración pública, porque "tarde o temprano todo se acaba sabiendo".