Vivienda
Qué es un piso turístico
No todos los pisos turísticos se denominan igual ni se rigen por las mismas normas, aquí te contamos qué tipos hay y cuáles son sus características.
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A la hora de ir de viaje o de pasar un periodo breve en una ciudad que no es la de la residencia habitual de alguien hay una amplia oferta de alojamientos en los que poder pernoctar y descansar. En los últimos años, el piso turístico es una de las principales opciones a la hora de hacer una reserva.
Para muchas personas, el piso turístico ofrece mayor comodidad, privacidad, posibilidad de cocinar o de alojarse varias personas o una familia entera en el mismo espacio sin necesidad de pagar más por una habitación o estar ubicados en diferentes plantas de un hotel. Una forma de trasladar el hogar a otra ciudad.
Sobre todo, las familias con niños o con mascotas suelen escoger este tipo de estancias por las facilidades que les aporta a la hora de adaptar su estilo de vida a un nuevo entorno: mayor espacio o intimidad.
Aunque el concepto de ‘piso turístico’ se utilice para denominar a todas aquellas viviendas que se pueden alquilar o reservar por un breve periodo de tiempo, no todas son del mismo tipo y por eso, se hace distinción entre piso turístico y vivienda de uso turístico.
Diferencias entre piso turístico y vivienda de uso turístico
Un piso turístico, o apartamento turístico, es un establecimiento integrado en un edificio, bloque de edificios, urbanización o bungalows que se destina exclusivamente a alojar a turistas por un corto periodo de tiempo.
En el exterior de un piso turístico debe aparecer una placa que identifique su categoría y en la que se muestren las iniciales AT (apartamento turístico) y el número de llaves que tenga el alojamiento, estas varían en función de los servicios que ofrezca el piso (van de 1 a 4). Asimismo, este funciona como una actividad económica similar a la de un hotel o casa rural.
Una vivienda de uso turístico (VUT) es un inmueble que se alquila de forma eventual, pero cuyo uso no es estrictamente el comercial porque los propietarios de la vivienda pueden elegir vivir en ella durante varios meses al año. Estos alojamientos se deben ceñir a las normas y restricciones de cada comunidad de vecinos en las que se encuentren. A nivel jurídico, solo se rigen por un estatus único, no deben superar las 15 plazas y la duración del contrato no debe superar los 30 días.
Aunque de cara al usuario puedan parecer el mismo tipo de alojamiento, las diferencias entre un piso turístico y una vivienda de uso turístico son notables, sobre todo, en el plano legal.
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