El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha ratificado que el proyecto de ley de presupuestos para 2018 será aprobado el día 23 de marzo, fecha hasta la que ha dado de plazo Ciudadanos para que el PP cumpla con su acuerdo de investidura y, de esta forma, pueda apoyar las cuentas del Estado.
El Ejecutivo ya había avanzado su intención de presentar ese proyecto de ley aunque no cuente de antemano con los apoyos suficientes, y Rajoy ha ratificado que el Consejo de Ministros lo aprobará el penúltimo viernes del mes, ya que el último, día 30, coincide con la Semana Santa. A la espera de la evolución de las negociaciones con los diversos grupos, el jefe del Ejecutivo ha confiado en que salgan adelante y se ha referido a la actitud de diferentes partidos ante ellos.
Así, ve buena disposición en el PNV para intentar el acuerdo, mientras que ante la petición del líder del PSOE, Pedro Sánchez, de que apruebe los presupuestos o convoque elecciones, le ha instado a apoyar los que presente el Gobierno. Para Rajoy, Sánchez tendría que ser "más prudente" y debería "apostar por el equilibrio y la estabilidad". Y se ha dirigido a Ciudadanos para pedirle que dé "un paso hacia adelante" con el fin de que se aprueben, al tiempo que ha considerado "injusto" que este partido condicione su apoyo a la dimisión de la senadora del PP Pilar Barreiro.
Pero Rivera insiste en sus demandas y ha confiado hoy en que de aquí a la fecha anunciada por Rajoy, el 23 de marzo, se solventen los "incumplimientos" del PP. "Si no, no habrá luz verde de Ciudadanos a los presupuestos", ha advertido el líder de este partido. Además, ha asegurado que el Gobierno es "consciente" de que sin presupuestos la legislatura va "a la deriva" y le ha pedido que sea humilde, rectifique, ceda y cumpla sus compromisos.
De la misma forma, ha señalado que si el Ejecutivo no es capaz de aprobar los presupuestos, eso sería una demostración de "debilidad política". Rivera ha defendido la necesidad de negociar en política, también en cuestiones como la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana o "ley mordaza", cuya tramitación en el Congreso ha desbloqueado su partido. Pese a decisiones de ese tipo, Rajoy ha negado que haya un divorcio con Ciudadanos y ha restado importancia a las diferencias con el partido de Albert Rivera. "Yo veo que se meten conmigo a menudo; yo no he dicho una palabra", ha comentado sobre Ciudadanos para recordar después que su partido y el de Rivera firmaron "un acuerdo de gobernabilidad" con "obligaciones por ambas parte".
En este sentido ha apuntado que por parte de Ciudadanos las obligaciones más importantes son apoyar en los asuntos europeos y en los presupuestos. Lo que ha garantizado es que él hará lo que esté en su mano para lograr el entendimiento, mientras deberían dejarse "a un lado" los "pequeños asuntos". Mariano Rajoy ha vuelto a restar importancia al retroceso del PP y al avance de Cs que auguran las encuestas y ha asegurado que no se preocupa por ellas hasta mes y medio antes de las elecciones.
El jefe del Ejecutivo ha anunciado también la petición del Gobierno al Congreso para que haya un debate monográfico en el pleno sobre las pensiones. Para él, esa puede ser la sesión plenaria más importante de la legislatura, y en ella espera que todos los grupos expongan sus posiciones. Tras ese anuncio, la mayoría de grupos de la oposición ha reclamado que el pleno sobre pensiones sirva también para votar sus propuestas y no se limite a un debate sin efectos prácticos.
En medio del debate sobre los presupuestos y el futuro de las pensiones, Rajoy ha ratificado hoy que quiere volver a presentarse como candidato a la Presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales. "Es mi intención si mi partido quiere", ha reiterado antes de quitar hierro a las especulaciones sobre si hay gente en su partido o fuera de él que piensa que su tiempo ya ha pasado porque "eso -ha precisado- me lo llevan diciendo muchos años".