Temor a un corte del gas

La UE responde a Putin con un ambicioso plan de ahorro energético que nos afecta a todos

La Unión Europea ultima su plan de emergencia para evitar problemas durante el invierno. Bruselas está convencida de que la amenaza de Putin irá a más, así que pide la colaboración de todos: gobiernos, empresas y consumidores particulares. Cada gesto cuenta. Europa se enfrenta a la mayor crisis energética en décadas.

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El título que la Comisión Europea ha elegido para su plan de acción no puede ser más cristalino: "ahorrar energía ahora, para poder tener un invierno seguro". Es el mensaje que transmite Bruselas desde hace meses. Están convencidos de que Putin va a utilizar, todavía más, la energía como un arma de guerra y debemos prepararnos para lo peor.

Los técnicos calculan que si Rusia cierra el grifo de manera abrupta, la Unión no sería capaz de rellenar adecuadamente las reservas de gas hasta el 80% requerido, se quedarían entre el 60% y el 70%, por debajo de las necesidades del continente durante el invierno.

Por eso, cada pequeño gesto es importante. El documento de la Comisión pide regular la temperatura de los edificios públicos: la calefacción a no más 19°C y el aire acondicionado por debajo de los 25°C. Además, fija incentivos para aquellas empresas que puedan reducir el consumo o para las que puedan cambiar el gas por otras fuentes de energía.

Las medidas se completan con una petición a los gobiernos para que reabran las centrales de carbón o para que retrasen el cierre de las nucleares, un planteamiento que parece dirigido a Alemania, que se disponía a cerrar 3 instalaciones en diciembre.

El borrador todavía está en fase de discusión. Se aprobará el próximo miércoles por el Colegio de Comisarios pero en el texto ya se dibuja el temor palpable a un corte del suministro. Dice Bruselas que “existe información concreta, seria y fiable de que puede ocurrir un evento que probablemente provoque un deterioro significativo de la situación del suministro de gas y que probablemente provoque la activación del nivel de emergencia en varios estados miembros”.

Este escenario obligaría a la UE a pasar a una nueva fase de emergencia. De la actual “alerta temprana”, se pasaría a activar la “etapa de alerta”; último paso previo hacia una declaración de emergencia energética en la UE.

Próximos pasos

El objetivo es que los países analicen las medidas y que los ministros de Energía de los 27 ratifiquen el documento en una reunión el próximo día 26 de julio. Todos ellos se comprometen a mantener activo el concepto de solidaridad entre países, para asegurar que los territorios que tengan más problemas de suministro recibirán ayuda desde los que estén en mejor situación.

Bruselas está convencida de que actuar ahora puede reducir hasta en un tercio el impacto de llegar al otoño sin haber hecho nada. Europa se juega mucho. La Comisión advierte de que una interrupción total del suministro ruso provocaría una importante caída del PIB en los países más expuestos, que terminaría arrastrando a los demás. Podríamos cerrar el año con Europa, de nuevo, sumida en una recesión económica. Así que, para evitarlo, Bruselas pide colaboración de todos.

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