Restaurante
Un restaurante de San Sebastián cobra 510 euros a unos comensales por no cancelar una reserva
El restaurante cuenta con una cláusula de cancelación de 291 euros por comensal si no se cancela la reserva.
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Un juez ha dado la razón a un restaurante de San Sebastián que cobró a un cliente por una reserva, que no anuló y a la que tampoco acudió. El restaurante, que contaba con una cláusula de cancelación, cobró 510 euros a los comensales por no cancelar la reserva.
Al no estar de acuerdo con ese cargo, los clientes lo denunciaron. Ahora, el Tribunal de primera instancia de San Sebastián ha dado la razón al restaurante.
"El cliente atrasó la reserva que tenía en el hotel, pero no la que tenía en el restaurante", explica Xabier de la Maza, director del restaurante Amelia. Desde el local explican que no cancelar una reserva les supone perdidas: Tenemos pescados, mariscos o verduras que, si no se preparan para el comensal, no se reutilizan y nos supone perdidas.
El restaurante ofreció a los clientes otra fecha, sin embargo, no llegaron a un acuerdo con los comensales.
Las excusas más absurdas de los clientes para cancelar una reserva
El término 'no show' consiste en reservar mesa en un restaurante y no acudir sin previo aviso. Si preguntamos en la calle, la mayoría desconoce este concepto. No obstante, cuando lo explicamos, muchos reconocen haberlo hecho alguna vez. "Intento avisar, pero a veces se me olvida", indica una joven.
Un problema que "debería ser residual y no pasar del 1 o 2%", explica Roberto Ruiz, consultor de restaurantes. Ocurre mayormente en la vieja hostelería y aquellos establecimientos que "no tienen procesos de atención al cliente".
Entre aquellos comensales que llaman para cancelar, encontramos multitud de excusas: covid u otra enfermedad, funerales, olvidos, contratiempos o trabajo, entre otras. Detrás de las mismas, se han encontrado de todo. "Algunos reservan en tres restaurantes para asegurarse tener lugar y en el último momento cancelan", asegura Manu Urbano, del restaurante La Malaje.
Pedir los datos bancarios a la hora de reservar se ha convertido en una medida habitual entre los restaurantes. En Killo, restaurante de Alejandra Álvarez, lo aplican: "En caso de que no aparezcan, se les cobra 10€ por persona". Otros restaurantes cuentan con una base de datos donde indican los 'no show' de cada cliente. De esta manera, pueden ver cuántas veces ha faltado una persona, por nombre y teléfono móvil, a una reserva antes de aceptarla o no.
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