Según el presidente de la patronal madrileña CEIM, Juan Pablo Lázaro, la celebración de un partido como el de la Copa Libertadores entre el Boca Juniors y River Plate en el Bernabéu pone de manifiesto que Madrid es una ciudad "moderna, con buenas infraestructuras, segura, y que es tenida en cuenta a nivel mundial"
El evento dejará en Madrid tanto ingresos directos como indirectos. Por un lado los desplazamientos que se van a producir para ver el partido junto con el gasto que van a realizar los asistentes en alojamiento o gastronomía. El ingreso más intangible, pero a la vez uno de los más importantes, es la imagen que se va a proyectar de Madrid al exterior.
El encuentro entre los equipos argentinos va a ser uno de los más vistos del mundo y va a generar un impacto mediático que podría alcanzar una audiencia global de más de 200 millones de personas.