A pocos días de abrir la exposición del Automobile Barcelona, que este año cumple cien años de edad, todo está preparado en Barcelona para mostrar los vehículos del futuro. No son coches ni tampoco aviones, hablamos ya de modelos como, por ejemplo, el girocóptero. Un vehículo volador que abandona el asfalto y despliega sus hélices en tan solo cinco minutos.
Tal y como explica Carlo Maasbommel, “un botón para conducir y otro para volar” será la única condición para elegir qué tipo de vehículo deseamos usar. Es más, el director del Automobile Barcelona, Enrique Lacalle, añade: “Hay coches que vuelan, coches sin conductor. Eso es lo que vamos a ver en los próximos años”.
La principal característica de estos coches, tanto eléctricos como híbridos, es que ya todo está conectado a través de Internet. “Todos nuestros vehículos van a contar con Internet a bordo”, explica Aurelio García, responsable de marketing y comunicación de Lexus. García cuenta que se pueden alcanzar hasta 12 gigas de conexión a Internet y que hasta 10 dispositivos podrían estar conectados al mismo tiempo dentro de un solo vehículo.
Este salón del automóvil no deja de sorprendernos. Por ejemplo, expone modelos que se preocupan por nuestra seguridad a través de un sistema informático que daría el aviso a un centro de emergencias o bien propone un taxi sin conductor que nos vendría a buscar a casa.
Todas estas novedades anuncian ya el futuro al que nos enfrentaremos los conductores en los próximos años. Echando la vista atrás, desde que se inauguró este salón hace ya cien años, nadie se imaginaba que los coches iban a llegar tan alto.
