Ante la sección cuarta de la sala de lo Penal que juzga a la excúpula de Abengoa por presunta administración desleal, Manuel Sánchez Ortega, ha destacado que a tenor de los datos "revisados y auditados", la compañía "tenía respaldo financiero de los mercados y la confianza de sus clientes" en el momento en el que comunicó su renuncia voluntaria, el 20 de abril de 2015, la cual ha atribuido a cuestiones personales.
Sánchez Ortega ha descartado así que su marcha se debiera a la situación de Abengoa, que siete meses más tarde solicitó el preconcurso de acreedores, y ha negado que la firma sevillana tuviera el problema de deuda oculto del que alertó la agencia de calificación Fitch a través de una nota que provocó una caída cercana al 40% de su valor en bolsa a finales de 2014.
Al respecto, ha reconocido que este hecho "hizo un daño tremendo" a la compañía, cuya cotización "vuelve a subir" en marzo de 2015, y ha reiterado que no presagió deterioro alguno, por lo que no vendió las acciones y bonos de la compañía por valor de 6,5 millones de euros en su haber.
Sobre el nuevo contrato de alta dirección suscrito con la sociedad en febrero de 2015, Sánchez Ortega, para quien la Fiscalía pide cuatro años y tres meses de cárcel, ha explicado que aunque prefería no firmarlo tuvo que hacerlo al tratarse de una exigencia legal, y que si bien mantuvo "el mismo sueldo", introdujo "cláusulas que parecían de sentido común".
Entre éstas, ha señalado la contraprestación por no competencia en el sector durante dos años, origen de la indemnización, cláusula a la que ha calificado de "costumbre" no escrita hasta la fecha. Asimismo, ha aseverado que nunca cobró los 3,3 millones de retribución variable asignados por el Consejo, y a preguntas del fiscal José Perals, ha relatado que tras su cese firmó un nuevo contrato con la compañía como asesor del consejero delegado entrante. Un cargo "normal" en el ámbito empresarial y "sin responsabilidad ejecutiva ni posibilidad de toma de decisiones" que ocupó durante un mes.
La presidenta del tribunal Ángela Murillo ha suspendido la sesión hasta mañana, jornada en la que Sánchez Ortega continuará respondiendo al resto de acusaciones y a las defensas