Segunda vida para las viviendas fantasma: empresas apuestan por rehabilitar los restos de la burbuja inmobiliaria

Son víctimas de la crisis inmobiliaria de 2008. Auténticas heridas en los tejidos urbanos de pequeñas y grandes localidades. Repartidas por toda España, durante años no se sabía muy bien qué hacer con estas ruinas de ladrillo y hormigón. Hasta ahora. Empresas como la de Tony han decidido adquirirlas y dejarlas como nuevas.

"Al final, estamos vendiendo inmuebles que, cuando los terminamos, están como una obra nueva, porque todo está completamente renovado. Y los estamos vendiendo, básicamente, al mismo precio de mercado que una vivienda de segunda mano", nos comenta Tony Sotelo, responsable de Carmon, una comunidad de inversores con proyectos repartidos por las comunidades de Madrid, Castilla-La Mancha y Valencia.

Decenas de millas de viviendas abandonadas que podrían ser recuperadas

"¿Y esto requiere una restauración absoluta?", le preguntamos en una urbanización de chalets situada en la localidad de Escalona, ​​en la provincia de Toledo. "Absoluta. Aquí hacemos una restauración totalmente nueva: toda la instalación eléctrica es absolutamente nueva, toda la fontanería también. Cuando terminamos, es una obra completamente renovada", responde Sotelo, rodeado de una cuadrilla de unos veinte albañiles, responsables de devolver estos inmuebles a la vida.

"¡Baja la persiana de la cocina!", le ordena Tony a un dispositivo electrónico situado en una de las casas rehabilitadas. "Bajando la persiana de la cocina", responde obediente el aparato. "Las persianas son motorizadas; podemos subirlas y bajarlas con Google, encender las luces... eso le da mucho más valor a la vivienda. Al final, convertimos una casa abandonada en una vivienda del futuro", añade Sotelo, quien también nos informa de que todos los chalets cuentan con cámaras y alarmas de seguridad. Además, se está construyendo una piscina comunitaria, algo que no estaba previsto en el proyecto original.

Confort del siglo XXI para viviendas rescatadas del abandono

Esta urbanización es la prueba de que puede haber una segunda vida para los kilómetros de viviendas y promociones fantasma que hay en nuestro país. Además de borrar del mapa auténticas monstruosidades urbanísticas, esta iniciativa puede suponer la oportunidad de comprar una vivienda prácticamente nueva a mitad de precio.

"En el caso de estas casas, la hipoteca nunca va a superar los 700 euros al mes, aproximadamente, y los alquileres en esta zona están incluso más caros", nos explica Tony. En definitiva, un ejemplo de economía circular con el que todos salen ganando.

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