En este verano las temperaturas están siendo más que elevadas, varias provincias de España ya han sufrido numerosas olas de calor lo que afecta a los trabajadores que trabajan a pie de calle.
En Andalucía los trabajadores de la construcción, jardineros, agricultores y todos los que trabajan bajo el sol, ya hace tiempo que han adaptado su jornada laboral de verano para reducir los riesgos a los que se exponen cuando las temperaturas pasan de los 40 grados.
Los sindicatos del País Vasco piden copiar la jornada andaluza de verano. Trabajar desde las 06:00 horas hasta las 13:00 horas. Se trata de madrugar mucho para evitar las horas de calor.
Más de 5.000 trabajadores de las obras públicas, jardineros, limpiadores, siderúrgicos, agricultores o panaderos tienen más riesgo que nadie de sufrir estrés térmico; es decir, de acuerdo con la definición de Osalan, "de estar expuestos a cargas de calor excesivas que pueden poner en riesgo su salud". "Si sus empresas no toman medidas, los más vulnerables podrían sufrir un golpe de calor", denuncia Juan Luis España, responsable de salud laboral de la Federación de Construcción y Servicios de CC OO de Euskadi.
Los que más sufren los estragos del calor son las que lo hacen a pleno sol. Están en activo, por ejemplo, los operarios que instalan las vías del tranvía o los que se encargan del desdoblamiento de la carretera en Zambrana. De todos ellos, los que asfaltan calzadas son los que más arriesgan al añadir al calor que desprende la brea ,más de 60 grados, el ambiental, relata el sindicalista. En esta 'lista incandescente' se incluye a jardineros, barrenderos y trabajadores de empresas de fundición o cualquiera que tenga hornos.
Comisiones Obreras defiende que se realicen evaluaciones de riesgo y que en el futuro se diseñen pabellones, hornos, maquinaria, cabinas, ropas de trabajo teniendo en cuenta también las altas temperaturas.
España, por su parte, no ve descabellado hacer descansos de quince minutos cada hora para rehidratarse en los casos en los que la exposición constante al sol sea inevitable. La última racha de varios días de temperaturas extremas, la de finales de junio, hizo que 18 personas tuvieran que ser ingresadas en hospitales vascos tras sufrir un golpe de calor.
