Coronavirus
Robert Berrios, de subir a los escenarios de toda Galicia a subir al camión de la basura de su pueblo
La pandemia dio un giro radical a la vida de Robert Berrios. Esta es la historia de un cantante venezolano que consiguió vivir de su voz y al que la pandemia le bajó del escenario.
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La pandemia dio un giro radical a la vida de Robert Berrios. Este cantante venezonalo llegó a Galicia hace ocho años para dedicarse a lo que más le gusta: la música.
Después de ser camarero y pasar por distintas orquestas, Robert consiguió vivir de su voz. Recorría el país en un tráiler, de verbena en verbena, y así mantenía a su familia. Hasta que llegó el confinamiento y su actividad profesional se paró en seco. Entonces Robert lo tuvo claro: necesitaba reinventarse, buscar otro oficio y seguir llevando dinero a casa.
Sin pensarlo dos veces, acudió al ayuntamiento de Negreira, la localidad coruñesa donde reside con su mujer y su hija, y preguntó si necesitaban personal para cualquier tarea. Le ofrecieron incorporarse al servicio municipal de recogida de basuras… ¡y no lo dudó! Pasó de subirse a los escenarios a subirse al camión de la basura.
"Es un oficio muy sacrificado y muy digno"
Robert asegura que "es un oficio muy sacrificado y muy digno". Se siente orgulloso de trabajar en esto y está agradecido. No sólo con el consistorio, también con sus compañeros, de los que aprende cada día. Por eso ahora ha decidido rendirles un homenaje en forma de videoclip. Un nuevo proyecto musical que le mantiene ilusionado y conectado a su gran pasión.
Verbenas en Galicia
La de Robert Berrios es una de las muchas familias afectadas por la suspensión de fiestas y eventos desde hace más de un año. En Galicia son alrededor de 5.000 familias las que viven de las orquestas. Un sector muy castigado que parece que empieza a recobrar la esperanza después de que ayer se pusieran en marcha las pruebas para retomar las verbenas en la comunidad este verano.
Seis orquestas actuaron de manera simultánea en seis municipios (Arteixo, Noia, Marín, Carballo, Mondoñedo y O Carballiño) este sábado como parte de esta prueba piloto puesta en marcha por la Xunta. Los asistentes disfrutaron de pie, con mascarilla, en parcelas delimitadas por unidades de convivencia y sin consumiciones, durante las dos horas que duraron estos conciertos.
Ni el mal tiempo ni el fútbol (a esa misma hora jugaba España en la Eurocopa) se impusieron ayer: las seis verbenas agotaron sus invitaciones.
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