Los suizos rechazaron por sexta vez consecutiva mejorar sus condiciones laborales tras rehusar en referéndum la propuesta de ampliar de cuatro a seis semanas las vacaciones anuales de los trabajadores.
El rechazo fue unánime, dado que todos los cantones decidieron oponerse a la propuesta, y el "no" obtuvo el apoyo de 1.530.000 personas, el 66,5 por ciento de los votantes.
La propuesta "Seis semanas de vacaciones para todos" tenía el apoyo de las formaciones de izquierda y de los sindicatos, pero contaba con la firme oposición del empresariado y de los partidos de la derecha, mayoritarios.
Medianas y pequeñas empresas "no lo soportarían"
Los empresarios, que pusieron mucho más empeño, esfuerzo y dinero para hacer campaña en contra que los proponentes para defenderla, expresaron inmediatamente su satisfacción.
"Los votantes se han dado cuenta de que algo que a priori parece agradable puede, después de una reflexión, traer muchas desventajas", afirmó Thomas Daum, director de la Unión Patronal Suiza.
"Los suizos se han dado cuenta que conceder seis semanas de vacaciones sería demasiado para las pymes", dijo, por su parte, Ursula Fraefel, miembro de la dirección de Economiesuisse.
Los críticos de la iniciativa habían esgrimido durante la campaña que imponer seis semanas sería inasumible por las pymes, dado que el 88 % de la empresas suizas tienen menos de diez trabajadores.
El rechazo a la propuesta "es un voto responsable", aseveró a su vez el presidente de la Conferencia Cantonal de directores cantonales de Economía, Jean-Michel Cina.
"Los riesgo de pérdidas de trabajo para las pymes era real, dado que no habrían podido reemplazar a todos los trabajadores cuando estuviesen de vacaciones", agregó Cina. Por su parte, los sindicatos se mostraron decepcionados, pero reconfortados de que el debate se haya instalado.